Cuando
hace unos días, publicamos un artículo sobre el crimen acaecido en la calle de
Fuencarral de Madrid, en 1888, muchos se sorprendieron al conocer que su
protagonista fue una mujer de Ainzón, Higinia Balaguer Ostalé, cuyo personaje
fue interpretado por la actriz Carmen Maura, en una película rodada no hace
demasiados años.
Pero,
en la citada calle madrileña, se produjo otro crimen, en 1902, perpetrado en
esta ocasión por Cecilia Aznar Celiméndiz, de padres borjanos aunque ella había
nacido en Cervera, donde estaba destinado su padre, ferroviario de profesión.
La
historia de este asesinato la relatamos en nuestro Diccionario Biográfico y será tratada con más amplitud en la obra
que estamos preparando sobre delitos relacionados con nuestra zona.
Ahora,
acabamos de conseguir la hoja que reproducimos más arriba y que corresponde a
una de las muchas crónicas que se publicaron durante el proceso, ya que tuvo un
amplio eco mediático.
Su
interés radica, entre otras cosas, en la fotografía de la asesina, tomada
durante su permanencia en la cárcel y que viene a demostrar que los atractivos
físicos de Cecilia no eran excesivos, a pesar de que había logrado cautivar a
quien se convirtió en su víctima.
Las
circunstancias que rodearon el crimen son auténticamente novelescas,
especialmente cuando, tras abandonar Madrid se trasladó a Barcelona, donde
entró en contacto con dos truhanes que, tras lograr parte del botín, le
convencieron para que abandonara España por uno de los puertos con mayor
tráfico marítimo: Puigcerdá. Cecilia que no tenía demasiados conocimientos
geográficos, se trasladó a esta localidad pirenáica, comprobando con sorpresa
que el mar estaba mucho más lejano de lo que había supuesto. Allí fue detenida,
al ser identificada mediante esta fotografía publicada en el diario ABC.
Condenada
a muerte, pudo librarse de la ejecución tras la intervención del alcalde de
Borja, D. Feliciano Rivas Foncillas, que puso en marcha todas sus influencias
para lograr la conmutación de la pena capital.
Cuando
se creó el Museo de Cera de Madrid, Cecilia ocupó un “lugar de honor” en la
galería del crimen del mismo. En el catálogo se hacía constar que su lugar de
nacimiento era Borja, lo que motivó la intervención de nuestro Ayuntamiento
para que se corrigiera este error, lo que se consiguió en nuevas ediciones,
aunque allí sigue la “cabeza” de Cecilia entre los más famosos criminales de
nuestra historia.
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