miércoles, 16 de julio de 2014

San Borja en Bolivia


            Uno  de nuestros asiduos lectores que por otra parte conoce Bolivia, nos ha llamado la atención por haber omitido en la relación que publicamos, sobre las Borjas de ultramar, a la población boliviana de San Borja. Queremos subsanar nuestro error, incluyendo hoy algunos datos sobre la misma.





            San Borja está situada en la provincia José Balliván del Departamento de Beni y tiene una población aproximada de 20.000 habitantes. El Beni limita al Norte con Brasil, al Este con Bolivia, al Oeste con el Departamento de La Paz, y al Sur con el de Cochabamba, ciudad bien conocida por nosotros, debido a la existencia, en ella, de una misión de nuestra diócesis.



            Dista de la capital boliviana unos 367 kilómetros, aunque la carretera que las une ofrece pasos tan impresionantes como el que aparece en la imagen que, como otras de este artículo, las hemos encontrado en Internet.



            A un kilómetro de distancia se encuentra el río Maniqui, donde desemboca el arroyo de El Atajao que cruza la zona urbana. Es una importante vía fluvial, aunque sus desbordamientos han planteado, en ocasiones, serios problemas.



            El nombre de “San Borja” responde a una contracción del de “San Francisco de Borja” que es también el titular de su principal templo. Ello responde al hecho de que la ciudad fue fundada el 10 de octubre de 1693 por los jesuitas Ignacio Sotomayor y Francisco de Borja. De este último no se suele citar otro apellido, lo que nos ha sorprendido ya que, San Francisco de Borja no fue canonizado hasta 1671, por lo que el citado jesuita o fue uno de los primeros en ser bautizado con el nombre del mismo o “Borja” era su propio apellido. En cualquier caso, al efectuar la fundación quisieron honrar a quien había sido Prepósito General de la Compañía de Jesús, siendo uno de los lugares en los que se le tributa culto especial.
            El actual emplazamiento de la ciudad no es el original, que estaba situado en la margen oeste del arroyo Museruna. Cuando los jesuitas fueron expulsados en 1767, la que había sido una floreciente misión cayó en el abandono, siendo necesario reasentar a los indígenas, en 1780, a las orillas del arroyo El Atajao, pero las frecuentes inundaciones obligaron a un nuevo traslado hasta el lugar que hoy ocupa. 




            Hoy es una ciudad populosa que cuenta, incluso, con un aeropuerto con el nombre de “Capitán Germán Quiroga Guandía”, cuya torre aparece en la fotografía inmediatamente superior, mientras que la otra corresponde a la sede de la municipalidad.





            Sus calles, bien pavimentadas, están flanqueadas por edificios de una sola altura, entre una vegetación exuberante. Hay que tener en cuenta que la temperatura media de la zona apenas oscila entre los 25 y 30 grados durante todo el año, siendo su clima húmedo, propio de la zona tropical. 



            Su población está formada por miembros de la etnias chimanes, yuras, trinitarios, movinas y reyesanos. Celebran la fiesta principal el 10 de octubre, aniversario de la fundación de la ciudad y utilizan como gentilicio el nombre de “borjanos”, de los que hay algunos grupos establecidos en España.



            Entre sus atractivos turísticos se encuentra el cercano bosque de Chimanes, con una extensión de cerca de 550.000 hectáreas y el balneario Las Palmas, al que corresponde la imagen. Para quienes deseen conocer otros aspectos de la población, ofrecemos el siguiente enlace a un video sobre la misma:

https://www.youtube.com/watch?v=lWwXDnB6iQY

           Terminamos con una estrofa del bonito himno de la ciudad que dice así:
            "Paraíso de amor y de flores,
primorosa ciudad oriental,
eres digna de palmas y honores

y eres digna de un canto inmortal".

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