Mallén
es una de las localidades de nuestra zona que había conservado un conjunto
patrimonial de singular importancia. De él formaba parte un buen número de
casas solariegas, levantadas entre los siglos XVI y XVIII, por una serie de
familias que se establecieron en esta villa, posesión de la Orden de San Juan
de Jerusalén desde los tiempos inmediatamente posteriores a la Reconquista. De
hecho, fue la primera encomienda que tuvo en Aragón, encargándose de la defensa
de la frontera, con el apoyo del castillo que dominaba el casco urbano. El
castillo fue derruido al final de la Guerra de la Independencia y cuando pudo
estudiarse su planta, a partir de los restos conservados, no se hizo. Por otra
parte, en los últimos años, hemos visto desaparecer un significativo número de
edificios monumentales y con ellos se han perdido o modificado el emplazamiento
de algunas de las piedras armeras que aquí citaremos.
Esa
pequeña nobleza local fue, en gran medida, la responsable del auge del poder
municipal frente al dominio señorial. La Casa Consistorial, de grandes
proporciones, era la expresión del mismo, así como el uso de escudo propio, una
de cuyas representaciones se conserva en su fachada, sobre la lápida en la que
se hizo constar “De la Muy Noble, Leal y Siempre Fidelísima Villa de
Mallén”. Todo ello, después de la Guerra
de Sucesión en la que, como otras localidades de esta zona, se decantó claramente
a favor de Felipe V.
Uno
de los palacios más espectaculares que conserva Mallén es el de los Zapata, en
el que destaca su rejería y las armas de la familia en la fachada principal,
situada en la calle Paradero nº 15-17-19-21.
La
Casa de los Frontines, situada en la calle Goya nº 7, es en la actualidad la
“Casa del Pueblo”, aunque en su fachada sigue manteniendo las armas de la
familia, con las tres calderas.
Con el número 11 de la
calle Tudela, se alza la casa de los Nabas y Benedy, cuya fachada fue
restaurada por sus propietarios hace unos años. Sobre la portada principal se
encuentra esta piedra armera.
En el nº 29 de la misma
calle, se levantaba la llamada “Casa de los Navas”, un importante edificio,
desde el punto de vista histórico, pues en él se alojaron monarcas y otras
personas destacadas que pasaron por la villa. El edificio fue derribado y desapareció
el escudo de su fachada con las armas de los Navas, emparentados con los
citados anteriormente, como puede apreciarse por las piezas que usan, el
castillo y las tres flores de lis.
Entre los que se
conservan está el de los Lardiés, en la fachada de un edificio de la calle
Tudela nº 28.
En el nº 27 de la calle
Padre Ibáñez, puede verse este otro, realizado en alabastro con las armas de
los Sola.
Para
construir la actual Casa de Cultura, fue derribado un edificio situado en la
calle Padre Ibáñez nº 21 que perteneció a la familia Alcalde y Dudagoitia, cuyo
escudo aparecía en la fachada. Retirado de la misma, ahora se muestra en el
interior.
También fue derribada
la casa de los Ferrández, en la calle Paradero nº 20. Sin embargo, la piedra armera
de la familia se conserva en la nueva fachada.
No
ocurrió lo mismo con el de los Martínez de Andosilla que se encontraba en una
de las fachadas de su casa de la calle Molino nº 13. Derribado el edificio, no
conocemos el destino de la piedra armera.
Otro escudo
desaparecido es el de los Lamata, realizado en alabastro. Al parecer, estuvo
situado inicialmente en un edificio que existió en el solar donde hoy se levanta el Casino. Sea o no
cierto este dato, el escudo se encontraba, posteriormente, en la fachada
interior del antiguo molino, situado en la calle del mismo nombre. Allí pasaba
desapercibido, como lo demuestra que en los sucesivos inventarios realizados
por nuestro Centro, no fuera fotografiado. Las imágenes que damos a conocer
son, por lo tanto, inéditas y nos las ha facilitado D. Tomás Espeleta. Son las
únicas conservadas, ya que el molino fue derribado y el escudo desapareció.
Al
menos, siguen en su sitio los restos informes de una piedra armera, situada en
la casa de campo, conocida como “El Cerrao”, propiedad de la familia Pérez de
Petinto. En esta fotografía de principios del siglo XX, que ya dimos a conocer
en este blog, se aprecia el escudo, aunque no podamos precisar a quién
perteneció.
Abundando en el comentario que hacéis sobre el escudo de los LAMATA, puedo ampliar un poco los datos ya que soy descendiente de esa familia. Efectivamente, este escudo estaba en la fachada de la casa de los MATA de la plaza de España, donde actualmente se encuentra el Casino. Un antepasado mío se arruinó y tuvo que vender la casa. Esta fue comprada por un antepasado de D. Máximo Pascual de Quinto, penúltimo dueño de la casa que citáis en la calle del Molino. Al comprarla se arrancó el escudo de la casa inicial y se trajo a su nueva ubicación en la calle del Molino, no sé con que objeto. Un día mi hermana Carmen, que estuvo haciendo de secretaria de D. Máximo, lo vió y se lo pidió, pero él era muy especial y no quiso cedérselo. Con posterioridad a su muerte, mi hermana se lo pidió a la sobrina heredera de las posesiones del anteriormente citado, que también se lo negó, y tanto éste escudo como el que citáis de los Martínez de Andosilla, cuando vendió la casa al Ayuntamiento, se los llevó a Madrid que es donde reside, con lo cual le perdimos la pista. De todas formas, en la parte superior del altar de la capilla dedicada a S. Sebastián en la Iglesia Parroquial de Ntra. Señora de los Angeles de Mallén, se conserva una reproducción del mismo ya que, al parecer, uno de mis antepasados corrió con los gastos de la construcción de dicho altar. Añadir solamente, que el apellido inicial era MATA que con posterioridad derivó en LAMATA, ya que otro de los escudos que se conserva en mi casa natal de la calle del Molino, lleva la leyenda de LOS MATA Y FERRANDEZ. Muchas gracias por vuestra publicación. Aprovechando este comentario quisiera haceros un ruego, ya que he leído que os habéis hecho con un Protocolo Notarial de Mallén de 1696. Soy aficionado a la Genealogía y estoy intentando realizar mi árbol genealógico. Os pediría que si digitalizaseis el documento citado y pudieseis facilitarme una copia, me haríais muy feliz ya que es posible que en él haya cosas que puedan interesarme. De todos modos contad con mi colaboración en cualquier cosa sobre Mallén que esté a mi alcance. Conozco a vuestro Presidente que si no me equivoco es Manuel Gracia Rivas, ya que fue compañero mío en el Colegio de los Jesuitas de Zaragoza. Si queréis contestarme, mi email es balsio@hotmail. com , os quedaría muy agradecido.
ResponderEliminarMariano Ibáñez Lamata