La
catalogación de la biblioteca de un importante palacio borjano nos ha deparado
algunas sorpresas. La principal está constituida por la importancia de sus
fondos a la que hay que sumar algunas publicaciones (no muchas) relacionadas
con Borja y su entorno.
Entre
ellas se encuentra la que reproducimos, relacionada con la defensa en la
Facultad de Derecho de París de su tesis doctoral, por parte de José de los
Ancos, natural de Ainzón.
Se
trata de un sencillo folleto de 14 páginas que corresponde a la convocatoria
del acto público que tuvo lugar, en la citada Facultad, a las nueve horas del
día 10 de agosto de 1838.
La
tesis versaba sobre el derecho de servidumbre en determinadas propiedades y las
tres primeras páginas recogen, en latín, lo que el Derecho Romano establecía en
relación con esta cuestión. En las siguientes, ya en francés, se define a la
servidumbre como una carga impuesta sobre un determinado patrimonio para el uso
y utilización por parte de otro propietario, analizando los diferentes tipos
que pueden presentarse en la casuística. Al
final se incluyen las cuestiones que le fueron planteadas al doctorando y una
escueta síntesis de su respuesta.
El
interés del documento radica en el hecho de darnos a conocer la figura de José
de los Ancos, el cual proclamaba con orgullo el nombre de Ainzón, su lugar de
nacimiento, localidad en la que la familia Los Ancos era una de las más
destacadas de la villa, donde habían probado su infanzonía.
Aunque
no tenemos datos específicos de su biografía, creemos que era hijo D. Francisco
de los Ancos y Muñoz, abogado de profesión y residente habitual en Ainzón,
donde la familia incrementó su patrimonio a raíz de la Desamortización. Había
sido colegial del Real Seminario de Nobles de Vergara y en 1836 fue elegido
Diputado por la circunscripción de Zaragoza y, en 1840, fue Senador por la
misma circunscripción, siendo reelegido al año siguiente, continuando una
dilatada carrera politica.
Es
lógico suponer que José siguiera la profesión del padre, graduándose como
doctor en la prestigiosa Facultad de Derecho de París. Como muestra de lo que
eso representaba, basta señalar la personalidad de los profesores que integraban
el tribunal ante el que defendió su tesis.
El
Presidente fue Jacques Berriat-Saint
Prix (1769-1845), nacido en Grenoble dentro de una familia de magistrados.
Estudió Derecho, Medicina y Ciencias Naturales. Al estallar la Revolución,
militó en sus filas, llegando a ocupar un puesto destacado en la Guardia Nacional
de l’Isère. En 1805, fue nombrado Profesor de Procedimientos Civiles y
legislación criminal en su ciudad natal, haciéndose cargo de la misma cátedra
en la Facultad de París, desde 1819 hasta su fallecimiento.
Ferviente
partidario de Napoleón, fue autor prolífico y miembro de diferentes sociedades,
destacando además por su relación con Champollion, el hombre que descifró la
escritura jeroglífica egipcia, del que era cuñado. No es de extrañar por lo
tanto que también se interesara por el mundo de las antigüedades.
Entre
los miembros del tribunal se encontraba Hyacinte
Blondeau (1784-1854), otro ilustre jurista, nacido en Namur (Bélgica),
aunque cursó la licenciatura en la Facultad de París a la que se vinculó como
profesor de Derecho Romano, a partir de 1819 y de la que fue Decano, en 1830.
Curiosamente, no obtuvo la nacionalidad francesa hasta 1838, poco antes de
juzgar la tesis de José de los Ancos. Junto con su actividad docente, mostró
especial interés por la Frenología, que entonces iniciaba su andadura,
participando en la fundación de la Sociedad Frenológica de París en 1831. Como
el anterior, fue miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas.
Antoine-Marie
Demante (1789-1856) fue el segundo de los vocales del tribunal. Hijo del
Presidente del tribunal civil de Louviers, cursó los estudios de Derecho en
París, de cuya Facultad fue nombrado, en 1821, profesor titular del Código
Civil. Además de ser uno de los catedráticos más reputados de París, también
fue elegido miembro de la Asamblea Constituyente en 1848, por la Seine, siendo
reelegido al año siguiente para la nueva Asamblea Legislativa.
Finalmente,
el tercer miembro era otro destacado hombre de Leyes y político francés, Pierre Bravard-Veyrières (1804-1861)
que desempeñaba la cátedra de Derecho Comercial. Ejerció también como abogado
y, en 1848, fue elegido miembro de la Asamblea Legislativa por la circunscripción
de Puy-de-Dôme.
Ante
este distinguido elenco de profesores defendió su tesis este joven, natural de
Ainzón, al que hemos recordado hoy, así como a los miembros de aquel tribunal.
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