En
la tarde de ayer, tuvo lugar la segunda de las actividades programadas por el
Museo de Santa Clara para este verano. Con notable asistencia de público, el
Presidente del Centro de Estudios Borjanos explicó en la iglesia conventual las
características de su retablo mayor.
Tras
referirse a la historia del templo y su proceso constructivo, señaló que iba a
centrarse en el análisis del retablo, no tanto desde el punto de vista
artístico, sino en relación con el programa iconográfico que se quiso
representar en el mismo.
En
este sentido, tras explicar el origen de los retablos, destacó los ejes
fundamentales del que contemplaban, centrado en el tabernáculo y teniendo como
remate a la Inmaculada Concepción, una devoción especialmente vinculada a la
orden franciscana y a nuestra ciudad, de la que es fiesta votada.
Por
otra parte, explicó las razones por las que el templo está dedicado a San
Sebastián, algo que pudiera parecer llamativo en un convento femenino y que,
sin embargo, vino determinado por haberse levantado en una antigua ermita
dedicada al Santo que era propiedad de la cofradía del mismo nombre, cedida a
tal efecto siempre y cuando se mantuviera la titularidad y el que la cofradía
tuviera en el nuevo templo su sede canónica, como así ha ocurrido hasta
nuestros días.
Tras
comentar la vida de San Sebastián, se detuvo en las imágenes de Santa Bárbara y
Santa Catalina de Alejandría, situadas en la parte superior, como testimonio de
profesión heroica de la Fe, hasta el martirio. Siendo una de las Santas más
veneradas, desde la antigüedad, las circunstancias de su vida y el hecho de ser
mujeres, justifican sobradamente su presencia en el retablo.
Terminó
su recorrido con las imágenes de dos grandes Santos franciscanos, San
Buenaventura y San Juan de Capistrano, a cuya labor en su tiempo se refirió, a
partir de las catequesis de Benedicto XVI, poniendo de manifiesto la vigencia
de algunos aspectos relevantes de las mismas. En el caso concreto de San Juan
de Capistrano, recordó su relación con un Papa de la familia Borja, Calixto
III, que fue el introductor del rezo del Ángelus en unos momentos,
especialmente angustiosos para la Cristiandad, como fue el sitio de Belgrado,
tras la caída de Constantinopla, a donde había enviado a San Juan que jugó un
papel relevante en la defensa de la ciudad.
Este
acto tendrá su continuidad el próximo martes día 16, con la explicación del
antiguo retablo del convento de San Francisco que se conserva también en Santa
Clara.
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