El 2 de abril de 1363 Borja se rindió a la tropas castellanas,
durante la llamada “guerra de los dos Pedros”. La ocupación fue extremadamente
dura, sufriendo la población numerosas destrucciones que afectaron desde la
casa del Consejo a la iglesia de Santa María, que hubo que reconstruir después.
El 2 de abril de 1382 Dª Toda Pérez de Luna, entonces señora
de Borja, concedió el privilegio para que los borjanos pudiera presentar una
terna con los nombres de tres personas entre las que elegir a la que
desempeñaría el cargo de Justicia. Posteriormente, como ya comentamos, la reina
Dª Violante dio otro privilegio, en virtud del cual el elegido sería siempre el
primero de los propuestos.
El 2 de abril de 1730 se
llevó a cabo la primera representación
del Descendimiento, preludio de lo que más tarde se complementaría con el
Entierro de Cristo. Aún se conserva en el claustro de Santa María la cruz
utilizada para esa ceremonia.
Catedral
de San Agustín de Iba, construida por los agustinos recoletos
|
El 2 de abril de 1869
nació en Borja fray Valentín Borobia del
Sagrado Corazón. Su nombre original era Valentín Borobia Paños, el cual
trocó por el citado al profesar como agustino recoleto el 17 de septiembre de
1885. Estuvo destinado en el colegio de Marcilla, como preceptor de Latín.
También fue músico y compuso varias obras, antes de ser enviado, en 1892, a las
Filipinas. Tras su llegada a la isla de Luzón ejerció como párroco de Bolinao,
donde tradujo al idioma zambal-bionboliano algunas pláticas de la obra del P.
Juan Planas O.P. El catequista orador,
que usaba para la evangelización. Asimismo reunió todos los sermones que
predicaba a sus feligreses. El 3 de mayo de 1894 fue destinado a Iba, pasando
en 1895 a la misión de Poon-Bato (nombre de una advocación mariana) y, en 1897
a Palauig, donde le sorprendió la guerra. Fue hecho prisionero por los
insurgentes, sufriendo un duro cautiverio, hasta que, tras el tratado de paz de
París, fue puesto en libertad en diciembre de 1899. Regresó a España en 1901,
siendo destinado al convento de Monteagudo, pero su celo misionero le impulsó a
pedir que le enviaran de nuevo a ultramar y, el 21 de febrero de 1902, marchó a
Brasil, ejerciendo su ministerio en varias parroquias, sin que hayamos podido
concretar en lugar de su fallecimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario