El 3 de junio de 1610
se hizo público en Borja el bando de expulsión
de los moriscos que había ordenado Felipe III. Para cumplimentarlo fue
nombrado comisario D. Diego Jerónimo de Vera, hermano del señor de Majones y
natural de nuestra ciudad. A las siete de la mañana del jueves siguiente fueron
concentrados en la Cruz de Albeta (la actual capilla del cementerio) todos los
moriscos de Borja, sus barrios de Albeta, Maleján y Rivas, así como los de
Bureta. En total salieron más de 1.500 personas lo que supuso un duro
golpe a la economía de la zona.
El 3
de junio de 1841 nació en Mallén D.
Joaquín Roncal Cabrejas que, a los 16 años sentó plaza como cadete en el
Colegio de Infantería de Toledo. Llegó a alcanzar el empleo de Capitán, pero
tras la revolución de 1868 pidió el retiro e inició los estudios de Derecho. Ya
con la carrera finalizada y tras la Restauración, volvió al Ejército como
Capitán de Justicia, siendo destinado al Regimiento de Infantería de Málaga en 1875.
En julio de ese mismo año fue ascendido a Comandante, por méritos de guerra,
tras la acción de Villarrela. En 1892, ascendió a Teniente Coronel, empleo con
el que se retiró tres años después. Fijó su residencia en Mallén y Zaragoza,
destacando por su preocupación social, siendo uno de los grandes propagadores
del cooperativismo en Aragón, bajo el influjo de la doctrina social de la
Iglesia. En 1902, fundó la Cooperativa de Consumo Cívico-Militar de Zaragoza y,
en 1904, presentó ante la Real Sociedad Económica de Amigos del País, de la que
era miembro, una iniciativa para proteger a los agricultores frente a la usura.
Al crearse la Acción Católica fue nombrado Vicepresidente de la Sección de
Obras Sociales y cuando, impulsada por ella, se fundó la Caja Obrera de Ahorros
y Préstamos de la Inmaculada Concepción, la que luego fue conocida como CAI,
fue elegido primer Presidente de la misma, cargo que desempeñó hasta 1908.
Falleció en Mallén el 8 de mayo de 1913. Al conmemorar su primer centenario,
la CAI quiso honrar su memoria, dando su nombre a uno de los más importantes
centros culturales de la entidad.
El 3 de junio de 1877
fue colocada la primera piedra de la ermita
de la Virgen del Niño Perdido de Tabuenca, construida con los fondos
aportados por fray Manuel Vela Sanjuán, natural de esa villa y misionero
capuchino en Filipinas. El proyecto fue realizado por el arquitecto D. Fernando
de Yarza y el templo fue inaugurado el 4 de octubre de 1878.
El de 3 junio de 1904 se jubiló, siendo Magistrado de la Audiencia Provincial de
Albacete, D. Florencio Ferrández Sola,
natural de Mallén. Se había licenciado en Derecho Civil y Canónico en la
Universidad Central, en 1860, y posteriormente ingresó en la carrera judicial.
El 3
de junio de 1948 nació en Tudela D. José
Boldova Azcona que cursó los estudios eclesiásticos en el seminario de esa
ciudad. Tras su ordenación sacerdotal ejerció su ministerio pastoral en
diversas localidades hasta que, en 1907, obtuvo por concurso oposición la
parroquia de Ainzón, donde estuvo más de 40 años. A lo largo de ese dilatado
período potenció las diversas asociaciones religiosas y cofradías existentes en
esa localidad, realizando, al mismo tiempo numerosas mejoras en el templo.
Restauró el órgano, la capilla de la Virgen del Rosario, instaló el pavimento y
el alumbrado, mandó fundir dos nuevas campanas y colocó la imagen del Sagrado
Corazón que remata el chapitel de la torre. Fue un gran orador sagrado y
colaboró en diversas iniciativas como la construcción del Grupo Escolar, en 1925.
Murió el 3 de junio de 1948, como consecuencia de un infarto de miocardio que
le sobrevino mientras celebraba el Santo Sacrificio la Misa el día de San
Fernando. El 15 de septiembre de ese mismo año, el Ayuntamiento de Ainzón dio
su nombre a la plaza de Barrio Bajo, aunque recientemente volvió a recuperar el
primitivo.
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