Una
distinguida lectora de nuestro blog calificaba, de manera seguramente irónica,
el desprendimiento del que dimos cuenta en un artículo anterior, como “tremendo
agujero”. Pero ayer, el muro presentaba ya este aspecto y probablemente en días
posteriores puede continuar derrumbándose.
Que
esta situación entraña un riesgo es algo evidente, aunque dada la inclinación
del muro, lo lógico es que continúe cayendo hacia el interior de la propiedad,
sin afectar a los viandantes. Pero nuestro comentario pretendía alertar sobre
otro problema subyacente, el del deslizamiento que se viene observando en la
calle Claustrones, dado que puede afectar a algunas partes de la colegiata y,
de hecho, tal como indicamos la parte correspondiente a la cripta y al
trasagrario existente sobre ella, presenta grietas que van a requerir una
consolidación, al igual que toda la calle.
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