Tras
el éxito alcanzado con la recreación histórica que, sobre la entrada de los
Reyes Católicos, tuvo lugar el pasado mes de agosto en Borja, se ha decidido
rememoran también otra bonita tradición de nuestra ciudad. Para ello se ha
tomado como ejemplo la que cada año se celebra en Añón, con el nombre del “El
salto de la tía Luviges”, recordando a ese personaje que se lanzó desde las
peñas que rodean a esa población cayendo al fondo del valle. Cada año, una
joven añonera, debidamente caracterizada, se lanza al abismo y posteriormente
es conducida a lomos de una briosa cabalgadura hasta el casco urbano, donde se
sirve una opípara merienda.
Comoquiera
que en Borja se recuerda con emoción el salto que, desde lo alto del castillo,
efectuó un popular personaje conocido como “el tío paragüero” que portando un
paraguas con las varillas sujetas al mango por fuertes cordeles logró caer, sin
apenas lesiones más abajo del Cinto, se ha considerado oportuno volver a
rememorarlo cada año, con la convicción de que no faltarán voluntarios
dispuestos a arrojarse desde esa altura. Como es previsible que numerosos los
jóvenes de ambos sexos dispuestos a rememorar esa hazaña, se tiene previsto
efectuar un sorteo entre los candidatos, como se hace en el caso del Cipotegato
de Tarazona.
El
proyecto, incluido dentro del plan de difusión turística de la Ruta de la
Garnacha, fue presentado recientemente por su gerente D. Roberto Regueiro,
quien manifestó su propósito de ser el primero en lanzarse el próximo año.
La
sugerencia fue muy bien acogida por todos los presentes, entre los que,
atendiendo al carácter cultural de la recreación surgió otro voluntario. El
Presidente del Consejo Comarcal se ofreció generosamente a patrocinar el evento,
aunque rechazó a este último candidato por el temor de que, ante su menor
envergadura, el viento desplazar al paraguas en dirección a Trasmoz. Por otra
parte, manifestó que estaba dispuesto a colaborar, acompañando al intrépido
deportista e impulsarle en el improbable caso de que vacilara en el último
momento.
No
obstante, para garantizar su seguridad y que todo transcurra normalmente, se
han conseguido recuperar los colchones que utilizó el gran atleta borjano D.
Luis María Garriga en sus primeros saltos, los cuales se colocarán al pie del
castillo. Muchos hubieran preferido obviar estas medidas de precaución, pero es
comprensible que en la actualidad la legislación vigente sea mucho más estricta
que cuando saltó el tío paragüero.
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