lunes, 10 de diciembre de 2018

Declaraciones de Patrimonio Cultural Inmaterial VII


         Finalizamos hoy la serie dedicada a las candidaturas incluidas en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial mundial en la reunión celebrada en la capital de isla Mauricio, a la que todavía es preciso añadir las que fueron objeto de especiales medidas de protección por el riesgo de desaparecer, a las que si es posible dedicaremos un nuevo artículo. Por el momento, finalizamos los artículos que hemos venido publicando con estas cinco nuevas declaraciones.

Recolección del teucrio en el Monte Ozren.  El 11 de septiembre de cada año, efeméride de la decapitación de San Juan Bautista, personas de todo sexo, edad y clase social que viven en pueblos vecinos de los Montes de Ozren suben por la mañana a las alturas para recolectar plantas de teucrio, individualmente o en grupo. Esta especie vegetal, que se encuentra entre las hierbas más altas, requiere ser arrancada con sumo cuidado y por eso su recolección suele durar varias horas. Una vez su faena terminada, los recolectores suben al pico de Gostilj y se escinden en pequeños grupos para cantar y bailar al son de músicas folclóricas, luciendo indumentarias tradicionales de la región de Ozren. Por la tarde, sube también a esa cumbre un cortejo de popes que bendice la cosecha de teucrios. Estos arbustos poseen propiedades medicinales, tanto preventivas como curativas, y no sólo se usan en infusiones, sino también macerados en aguardiente o mezclados con miel. En el pasado, este elemento del patrimonio cultural inmaterial estaba exclusivamente vinculado a la farmacopea y medicina caseras, pero actualmente su función es fomentar la convivencia y la integración social, así como salvaguardar las costumbres, canciones y bailes regionales que están desapareciendo paulatinamente. La práctica del elemento se transmite de forma espontánea en el seno de las familias y también en las escuelas primarias. Algunas agrupaciones locales invitan a asociaciones homólogas de otras regiones a acudir al evento, habiendo logrado así que sean numerosos los participantes oriundos de regiones distintas a la de Ozren. Candidatura presentada por Bosnia Herzegovina.




Rituales festivos tradicionales de primavera practicados por los criadores kazajos de caballos. Los rituales festivos tradicionales celebrados por los criadores kazajos de caballos con motivo de la llegada de la primavera tienen por escenario el pueblo de Terisakkan, situado en la comarca de Karaganda del distrito de Ulytau. Esta celebración marca el fin del ciclo de cría caballar del año anterior e inaugura un nuevo ciclo anual. Arraigados en los conocimientos tradicionales sobre la naturaleza y en la relación milenaria entre el ser humano y el caballo, esos rituales de los criadores kazajos incorporan las competencias prácticas heredadas de sus antepasados nómadas, pero adaptadas al mundo contemporáneo. Durante todo el año efectúan los preparativos de este elemento del patrimonio vivo, integrado principalmente por tres prácticas rituales: “Biye baylau”, o “inmovilización de las yeguas”, que corresponde al antiguo “rito del primer ordeño” y comprende la faena de separar del resto de la manada a los potros y las yeguas, así como el ordeño de éstas y una celebración de ambas actividades con cantos, bailes y juegos; “Ayghyr kosu”, o “nupcias del semental”, un rito más reciente que consiste en reincorporar a los machos al conjunto de la manada; y “Kymyz muryndik”, o rito del “primer kumis compartido”, con el que se inaugura la temporada de producción de la leche de yegua fermentada y su consumo en común.



Las celebraciones duran hasta tres semanas y finalizan con ceremonias familiares para beber juntos el kumis en cada hogar. Además de inaugurar un nuevo ciclo anual de cría caballar, estos rituales constituyen una muestra de la tradicional hospitalidad del pueblo kazajo Al verse obligados en el siglo XX a efectuar una transición forzosa del modo de vida nómada al sedentario, los criadores de caballos depositarios de este elemento del patrimonio cultural han adaptado la cría caballar tradicional a sus nuevas condiciones de vida para garantizar su viabilidad. Candidatura presentada por Kazajstán.



Rūkada Nātya, teatro tradicional de títeres de Sri Lanka. El teatro tradicional con títeres movidos por hilos denominado “Rūkada Nātya” es un espectáculo de variedades representado en los pueblos, que transmite enseñanzas morales a los vecinos de éstos. Sus intérpretes son miembros o allegados de una estirpe familiar de titiriteros, los Gamwari, que viven en tres ciudades costeras del sur del país: Ambalangoda, Balapitya y Mirissa. Los temas de las obras representadas se inspiran en cuentos populares, relatos budistas, obras literarias antiguas, episodios históricos, fragmentos de “nāgadam” –una modalidad de ópera popular hoy extinguida– y anécdotas divertidas de la vida contemporánea. Los marionetistas fabrican sus propios títeres de madera y escriben las letras de las canciones y los guiones de las obras que interpretan escénicamente con el acompañamiento de pequeñas orquestas. Las representaciones de “Rūkada Nātya” constituyen verdaderos acontecimientos en los pueblos y, gracias a su lenguaje fácilmente accesible para el público joven, hacen que cobren vida en los espectadores visiones del mundo y valores fundamentales para la convivencia pacífica. El teatro de marionetas se convierte así en un medio eficaz de transmisión de mensajes esenciales en favor del mantenimiento de la cohesión social entre los miembros de las comunidades, que pueden estrechar sus lazos compartiendo momentos de esparcimiento y jolgorio. En la difusión y transmisión de este elemento del patrimonio cultural desempeñan un papel muy importante los museos, y también los ciclos anuales de representaciones celebrados durante las festividades de mayo y junio en los templos, verdaderos centros comunitarios tradicionales de la cultura esrilanquesa. Candidatura presentada por Sri Lanka.



Ssirum/Ssireum. Deporte Tradicional en las dos Coreas. Esta candidatura ofrece la particularidad de que ha sido presentada conjuntamente por la República Popular de Corea y por la República de Corea. En la descripción ofrecida por la primera se afirma que el Ssirum (lucha libre) es un juego físico que se practica popularmente en todas las regiones de la República Popular Democrática de Corea, donde dos oponentes intentan empujarse entre sí con una satpa (una correa de tela que conecta la cintura y la pierna), su torso, sus manos. y piernas. Ssirum se distingue por el uso de la satpa y la adjudicación de un toro al ganador. Desde la antigüedad, los coreanos han practicado el Ssirum con fines de entrenamiento físico durante los descansos del trabajo y, especialmente, durante grandes concursos en días festivos populares. En los días de fiesta, cuando se lleva a cabo el Ssirum, muchas personas (viejos y jóvenes) se reúnen alrededor del ring: los luchadores compiten utilizando diversas técnicas; los espectadores animan con entusiasmo a sus favoritos; y el ganador monta un toro en la celebración. Como ejercicio de todo el cuerpo, el Ssirum fomenta el cultivo del cuerpo y la mente. También alienta el respeto mutuo y la cooperación, contribuyendo a la armonía y cohesión de las comunidades y los grupos. Pyongyang, la ciudad capital, desempeña un papel central en la promulgación, protección y transmisión de Ssirum, que comprende varias comunidades, organizaciones e instituciones relacionadas con la práctica, incluida la Asociación Coreana de Ssirum. Los coreanos comienzan a aprender Ssirum de miembros de la familia y vecinos desde la infancia, y es impartido por instituciones educativas.



En la descripción correspondiente a la República de Corea se señala que el Ssireum, o lucha tradicional, es una forma popular de entretenimiento que se disfruta ampliamente en toda la República de Corea. Ssireum es un tipo de lucha en la que dos jugadores que usan cinturones largos de tela alrededor de sus cinturas y un muslo agarran el cinturón de sus oponentes y despliegan varias técnicas para enviarlos al suelo. Al ganador del juego final para adultos se le otorga un buey, que simboliza la abundancia agrícola y el título de "Jangsa". Cuando terminan los juegos, los jangsa desfilan por el vecindario montando el buey en celebración. Los juegos de Ssireum se llevan a cabo en la arena en cualquier espacio disponible en un vecindario, y están abiertos a miembros de la comunidad de todas las edades, desde niños hasta adultos mayores. Se juegan en varias ocasiones, incluyendo días festivos tradicionales, días de mercado y festivales. Diferentes regiones han desarrollado variantes de ssireum en función de sus antecedentes específicos, pero todas comparten la función social común de ssireum: mejorar la solidaridad y colaboración de la comunidad. Como deporte accesible con poco riesgo de lesiones, el ssireum también ofrece un medio para mejorar la salud mental y física. Los coreanos están ampliamente expuestos a las tradiciones del ssireum dentro de sus familias y comunidades locales: los niños aprenden las habilidades de lucha de los miembros de la familia; las comunidades locales celebran torneos anuales de lucha libre; e instrucción en el elemento también.




Visitas rituales de las deidades Rahio-shin con máscaras y disfraces.  Todos los años se celebran en diversas regiones del Japón –Tohoku, Hokuriku, Kyushu y Okinawa, principalmente– fiestas rituales en homenaje a las deidades del mundo exterior denominadas “Raiho-shin”. Las celebraciones tienen lugar los días en que comienzan el Año Nuevo o las diferentes estaciones, y su origen radica en la creencia popular de que dichas divinidades visitan a las comunidades en esas efemérides para traer felicidad y buena suerte. Durante las celebraciones, habitantes de las localidades que practican este elemento del patrimonio cultural se disfrazan de “Raiho-shin”, recorriendo con indumentarias extravagantes y máscaras espantosas las casas del vecindario para amonestar a los holgazanes y exhortar a los niños a portarse bien. Los cabezas de familia de los hogares visitados ofrecen a los comparsas de la mascarada una comida en su honor. En algunas comunidades estos rituales festivos son objeto de celebraciones callejeras, y en determinadas regiones son mujeres las que desempeñan el papel de “Raiho-shin”, mientras que en otras son hombres de cierta edad. Como estas celebraciones se han desarrollado en regiones de contextos históricos y sociales diferentes, sus modalidades difieren en función de las distintas características locales. Los participantes en ellas –especialmente los niños– forjan su identidad y refuerzan su sentimiento de pertenencia a sus respectivas comunidades, estrechando a la vez los lazos que unen a los miembros de éstas entre sí. Con arreglo a las enseñanzas de sus antepasados, los vecinos de las comunidades comparten la responsabilidad de la organización de estos eventos. Al colaborar en la preparación y ejecución de los rituales, todos ellos actúan como practicantes de este elemento del patrimonio cultural, asumiendo así la misión de transmitir los conocimientos inherentes al mismo. Candidatura presentada por Japón.

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