Finalizamos
hoy la serie dedicada a las candidaturas incluidas en la Lista del Patrimonio
Cultural Inmaterial mundial en la reunión celebrada en la capital de isla
Mauricio, a la que todavía es preciso añadir las que fueron objeto de
especiales medidas de protección por el riesgo de desaparecer, a las que si es
posible dedicaremos un nuevo artículo. Por el momento, finalizamos los
artículos que hemos venido publicando con estas cinco nuevas declaraciones.
Recolección
del teucrio en el Monte Ozren. El 11 de septiembre de cada año, efeméride de
la decapitación de San Juan Bautista, personas de todo sexo, edad y clase
social que viven en pueblos vecinos de los Montes de Ozren suben por la mañana
a las alturas para recolectar plantas de teucrio, individualmente o en grupo.
Esta especie vegetal, que se encuentra entre las hierbas más altas, requiere
ser arrancada con sumo cuidado y por eso su recolección suele durar varias horas.
Una vez su faena terminada, los recolectores suben al pico de Gostilj y se
escinden en pequeños grupos para cantar y bailar al son de músicas folclóricas,
luciendo indumentarias tradicionales de la región de Ozren. Por la tarde, sube
también a esa cumbre un cortejo de popes que bendice la cosecha de teucrios.
Estos arbustos poseen propiedades medicinales, tanto preventivas como
curativas, y no sólo se usan en infusiones, sino también macerados en
aguardiente o mezclados con miel. En el pasado, este elemento del patrimonio
cultural inmaterial estaba exclusivamente vinculado a la farmacopea y medicina
caseras, pero actualmente su función es fomentar la convivencia y la
integración social, así como salvaguardar las costumbres, canciones y bailes
regionales que están desapareciendo paulatinamente. La práctica del elemento se
transmite de forma espontánea en el seno de las familias y también en las
escuelas primarias. Algunas agrupaciones locales invitan a asociaciones
homólogas de otras regiones a acudir al evento, habiendo logrado así que sean
numerosos los participantes oriundos de regiones distintas a la de Ozren.
Candidatura presentada por Bosnia Herzegovina.
Rituales
festivos tradicionales de primavera practicados por los criadores kazajos de
caballos. Los rituales festivos tradicionales celebrados por
los criadores kazajos de caballos con motivo de la llegada de la primavera
tienen por escenario el pueblo de Terisakkan, situado en la comarca de
Karaganda del distrito de Ulytau. Esta celebración marca el fin del ciclo de
cría caballar del año anterior e inaugura un nuevo ciclo anual. Arraigados en
los conocimientos tradicionales sobre la naturaleza y en la relación milenaria
entre el ser humano y el caballo, esos rituales de los criadores kazajos incorporan
las competencias prácticas heredadas de sus antepasados nómadas, pero adaptadas
al mundo contemporáneo. Durante todo el año efectúan los preparativos de este
elemento del patrimonio vivo, integrado principalmente por tres prácticas
rituales: “Biye baylau”, o “inmovilización de las yeguas”, que corresponde al
antiguo “rito del primer ordeño” y comprende la faena de separar del resto de
la manada a los potros y las yeguas, así como el ordeño de éstas y una
celebración de ambas actividades con cantos, bailes y juegos; “Ayghyr kosu”, o
“nupcias del semental”, un rito más reciente que consiste en reincorporar a los
machos al conjunto de la manada; y “Kymyz muryndik”, o rito del “primer kumis
compartido”, con el que se inaugura la temporada de producción de la leche de
yegua fermentada y su consumo en común.
Las celebraciones duran
hasta tres semanas y finalizan con ceremonias familiares para beber juntos el
kumis en cada hogar. Además de inaugurar un nuevo ciclo anual de cría caballar,
estos rituales constituyen una muestra de la tradicional hospitalidad del
pueblo kazajo Al verse obligados en el siglo XX a efectuar una transición
forzosa del modo de vida nómada al sedentario, los criadores de caballos
depositarios de este elemento del patrimonio cultural han adaptado la cría
caballar tradicional a sus nuevas condiciones de vida para garantizar su
viabilidad. Candidatura presentada por Kazajstán.
Rūkada
Nātya, teatro tradicional de títeres de Sri Lanka.
El teatro tradicional con títeres movidos por hilos denominado “Rūkada Nātya”
es un espectáculo de variedades representado en los pueblos, que transmite
enseñanzas morales a los vecinos de éstos. Sus intérpretes son miembros o
allegados de una estirpe familiar de titiriteros, los Gamwari, que viven en
tres ciudades costeras del sur del país: Ambalangoda, Balapitya y Mirissa. Los
temas de las obras representadas se inspiran en cuentos populares, relatos
budistas, obras literarias antiguas, episodios históricos, fragmentos de
“nāgadam” –una modalidad de ópera popular hoy extinguida– y anécdotas
divertidas de la vida contemporánea. Los marionetistas fabrican sus propios
títeres de madera y escriben las letras de las canciones y los guiones de las
obras que interpretan escénicamente con el acompañamiento de pequeñas orquestas.
Las representaciones de “Rūkada Nātya” constituyen verdaderos acontecimientos
en los pueblos y, gracias a su lenguaje fácilmente accesible para el público
joven, hacen que cobren vida en los espectadores visiones del mundo y valores
fundamentales para la convivencia pacífica. El teatro de marionetas se
convierte así en un medio eficaz de transmisión de mensajes esenciales en favor
del mantenimiento de la cohesión social entre los miembros de las comunidades,
que pueden estrechar sus lazos compartiendo momentos de esparcimiento y
jolgorio. En la difusión y transmisión de este elemento del patrimonio cultural
desempeñan un papel muy importante los museos, y también los ciclos anuales de
representaciones celebrados durante las festividades de mayo y junio en los
templos, verdaderos centros comunitarios tradicionales de la cultura
esrilanquesa. Candidatura presentada por Sri Lanka.
Ssirum/Ssireum.
Deporte Tradicional en las dos Coreas. Esta candidatura
ofrece la particularidad de que ha sido presentada conjuntamente por la
República Popular de Corea y por la República de Corea. En la descripción
ofrecida por la primera se afirma que el Ssirum (lucha libre) es un juego
físico que se practica popularmente en todas las regiones de la República
Popular Democrática de Corea, donde dos oponentes intentan empujarse entre sí
con una satpa (una correa de tela que
conecta la cintura y la pierna), su torso, sus manos. y piernas. Ssirum se
distingue por el uso de la satpa y la
adjudicación de un toro al ganador. Desde la antigüedad, los coreanos han
practicado el Ssirum con fines de entrenamiento físico durante los descansos
del trabajo y, especialmente, durante grandes concursos en días festivos populares.
En los días de fiesta, cuando se lleva a cabo el Ssirum, muchas personas
(viejos y jóvenes) se reúnen alrededor del ring: los luchadores compiten
utilizando diversas técnicas; los espectadores animan con entusiasmo a sus
favoritos; y el ganador monta un toro en la celebración. Como ejercicio de todo
el cuerpo, el Ssirum fomenta el cultivo del cuerpo y la mente. También alienta
el respeto mutuo y la cooperación, contribuyendo a la armonía y cohesión de las
comunidades y los grupos. Pyongyang, la ciudad capital, desempeña un papel
central en la promulgación, protección y transmisión de Ssirum, que comprende
varias comunidades, organizaciones e instituciones relacionadas con la
práctica, incluida la Asociación Coreana de Ssirum. Los coreanos comienzan a
aprender Ssirum de miembros de la familia y vecinos desde la infancia, y es
impartido por instituciones educativas.
En la descripción
correspondiente a la República de Corea se señala que el Ssireum, o lucha
tradicional, es una forma popular de entretenimiento que se disfruta
ampliamente en toda la República de Corea. Ssireum es un tipo de lucha en la
que dos jugadores que usan cinturones largos de tela alrededor de sus cinturas
y un muslo agarran el cinturón de sus oponentes y despliegan varias técnicas
para enviarlos al suelo. Al ganador del juego final para adultos se le otorga
un buey, que simboliza la abundancia agrícola y el título de
"Jangsa". Cuando terminan los juegos, los jangsa desfilan por el
vecindario montando el buey en celebración. Los juegos de Ssireum se llevan a
cabo en la arena en cualquier espacio disponible en un vecindario, y están
abiertos a miembros de la comunidad de todas las edades, desde niños hasta
adultos mayores. Se juegan en varias ocasiones, incluyendo días festivos tradicionales,
días de mercado y festivales. Diferentes regiones han desarrollado variantes de
ssireum en función de sus antecedentes específicos, pero todas comparten la
función social común de ssireum: mejorar la solidaridad y colaboración de la
comunidad. Como deporte accesible con poco riesgo de lesiones, el ssireum
también ofrece un medio para mejorar la salud mental y física. Los coreanos
están ampliamente expuestos a las tradiciones del ssireum dentro de sus
familias y comunidades locales: los niños aprenden las habilidades de lucha de
los miembros de la familia; las comunidades locales celebran torneos anuales de
lucha libre; e instrucción en el elemento también.
Visitas
rituales de las deidades Rahio-shin con máscaras y disfraces.
Todos los años se celebran en diversas
regiones del Japón –Tohoku, Hokuriku, Kyushu y Okinawa, principalmente– fiestas
rituales en homenaje a las deidades del mundo exterior denominadas
“Raiho-shin”. Las celebraciones tienen lugar los días en que comienzan el Año
Nuevo o las diferentes estaciones, y su origen radica en la creencia popular de
que dichas divinidades visitan a las comunidades en esas efemérides para traer
felicidad y buena suerte. Durante las celebraciones, habitantes de las
localidades que practican este elemento del patrimonio cultural se disfrazan de
“Raiho-shin”, recorriendo con indumentarias extravagantes y máscaras espantosas
las casas del vecindario para amonestar a los holgazanes y exhortar a los niños
a portarse bien. Los cabezas de familia de los hogares visitados ofrecen a los
comparsas de la mascarada una comida en su honor. En algunas comunidades estos
rituales festivos son objeto de celebraciones callejeras, y en determinadas
regiones son mujeres las que desempeñan el papel de “Raiho-shin”, mientras que
en otras son hombres de cierta edad. Como estas celebraciones se han
desarrollado en regiones de contextos históricos y sociales diferentes, sus
modalidades difieren en función de las distintas características locales. Los
participantes en ellas –especialmente los niños– forjan su identidad y
refuerzan su sentimiento de pertenencia a sus respectivas comunidades,
estrechando a la vez los lazos que unen a los miembros de éstas entre sí. Con
arreglo a las enseñanzas de sus antepasados, los vecinos de las comunidades
comparten la responsabilidad de la organización de estos eventos. Al colaborar
en la preparación y ejecución de los rituales, todos ellos actúan como
practicantes de este elemento del patrimonio cultural, asumiendo así la misión
de transmitir los conocimientos inherentes al mismo. Candidatura presentada por
Japón.
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