jueves, 7 de marzo de 2019

El Museo de los Faroles de Miranda de Ebro



         La ciudad de Miranda de Ebro, en la provincia de Burgos tiene como Patrona a Nuestra Señora de Altamira cuya imagen actual es una réplica de la original que, como eufemísticamente señala la página oficial de la archidiócesis de Burgos, “se perdió en un incendio en 1936”. La pérdida se produjo el 18 de julio de ese año cuando elementos izquierdistas de la ciudad se echaron la calle al tener noticia del alzamiento militar, prendiendo fuego al convento de agustinas y a la iglesia de Santa María en la que se veneraba. Anteriormente, en el transcurso de una huelga convocada por UGT y CNT, el 25 de mayo, había sido completamente arrasada la iglesia románica de San Nicolás, que había sido declarada Monumento Histórico Artístico por el primer Gobierno de la II República, provocando la pérdida de todo su patrimonio. No pudo ser abierta al culto hasta 1972, tras una completa rehabilitación.
 



         La festividad de la Patrona de Miranda se celebra el 12 de septiembre y la víspera tiene lugar en la plaza de España una espectacular ofrenda de flores. Por la noche desfila por las calles de la ciudad el Rosario de Cristal que, hasta hace poco y a diferencia de otros lugares, no contaba con faroles monumentales, sino con faroles de mano.




         El paso del tiempo había provocado los lógicos desperfectos en muchos de ellos, por lo que los miembros de la cofradía de la Virgen de Altamira decidieron acometer su restauración. Posteriormente decidieron instalarlos en un lugar adecuado para que pudieran ser contemplados a lo largo de todo el año.




         Para ese fin, el Ayuntamiento les cedió unos locales en un edificio de la plaza de España que, anteriormente, habían sido sede del servicio de recaudación municipal. El museo fue inaugurado oficialmente a comienzos de septiembre de 2017, con asistencia de varios miembros de la corporación, entre los que se encontraba la Primera Teniente de Alcalde Dª. Laura Torres, así como el antiguo alcalde D. Fernando Campo que fue quien propuso la cesión del local.




         Allí se muestran los sesenta faroles que, inicialmente, integraban ese Rosario de Cristal, colocados en unos soportes, en torno al perímetro de la sala que preside la imagen de la Virgen de Altamira.







         Recientemente, han sido incorporados al Rosario cinco faroles grandes con representaciones, en sus cuatro caras de los Misterios de cada una de las partes del mismo. También ha sido enriquecido el museo con otros elementos relacionados con el culto a la Virgen.




         Lo que no hemos podido conocer con precisión es quién construyó los faroles. Dª. Blanca Isasi-Isasmendi, estudiosa de este tema, en el artículo “La vidriera artística zaragozana: Talleres Quintana y los Rosarios de Cristal”, publicado en la revista Artigrama, señalaba que “En la comunidad de Castilla-León, la ciudad de Valladolid y las localidadesde Ágreda e Iruecha ambas en la provincia de Soria, así como Miranda de Ebro en Burgos, lograron reunir carrozas policromadas para sus respectivos desfiles”, de donde se deduce que fueron fabricados en los citados talleres zaragozanos de Quintana, aunque no creemos que el Rosario de Miranda de Ebro llegara a contar con carrozas policromadas.

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