La
ciudad de Miranda de Ebro, en la provincia de Burgos tiene como Patrona a Nuestra
Señora de Altamira cuya imagen actual es una réplica de la original que, como
eufemísticamente señala la página oficial de la archidiócesis de Burgos, “se
perdió en un incendio en 1936”. La pérdida se produjo el 18 de julio de ese año
cuando elementos izquierdistas de la ciudad se echaron la calle al tener
noticia del alzamiento militar, prendiendo fuego al convento de agustinas y a
la iglesia de Santa María en la que se veneraba. Anteriormente, en el transcurso
de una huelga convocada por UGT y CNT, el 25 de mayo, había sido completamente
arrasada la iglesia románica de San Nicolás, que había sido declarada Monumento
Histórico Artístico por el primer Gobierno de la II República, provocando la
pérdida de todo su patrimonio. No pudo ser abierta al culto hasta 1972, tras
una completa rehabilitación.
La festividad
de la Patrona de Miranda se celebra el 12 de septiembre y la víspera tiene
lugar en la plaza de España una espectacular ofrenda de flores. Por la noche
desfila por las calles de la ciudad el Rosario de Cristal que, hasta hace poco
y a diferencia de otros lugares, no contaba con faroles monumentales, sino con
faroles de mano.
El
paso del tiempo había provocado los lógicos desperfectos en muchos de ellos,
por lo que los miembros de la cofradía de la Virgen de Altamira decidieron
acometer su restauración. Posteriormente decidieron instalarlos en un lugar
adecuado para que pudieran ser contemplados a lo largo de todo el año.
Para ese
fin, el Ayuntamiento les cedió unos locales en un edificio de la plaza de
España que, anteriormente, habían sido sede del servicio de recaudación
municipal. El museo fue inaugurado oficialmente a comienzos de septiembre de
2017, con asistencia de varios miembros de la corporación, entre los que se
encontraba la Primera Teniente de Alcalde Dª. Laura Torres, así como el antiguo
alcalde D. Fernando Campo que fue quien propuso la cesión del local.
Allí
se muestran los sesenta faroles que, inicialmente, integraban ese Rosario de
Cristal, colocados en unos soportes, en torno al perímetro de la sala que
preside la imagen de la Virgen de Altamira.
Recientemente,
han sido incorporados al Rosario cinco faroles grandes con representaciones, en
sus cuatro caras de los Misterios de cada una de las partes del mismo. También
ha sido enriquecido el museo con otros elementos relacionados con el culto a la
Virgen.
Lo que
no hemos podido conocer con precisión es quién construyó los faroles. Dª.
Blanca Isasi-Isasmendi, estudiosa de este tema, en el artículo “La vidriera
artística zaragozana: Talleres Quintana y los Rosarios de Cristal”, publicado
en la revista Artigrama, señalaba que
“En la comunidad de Castilla-León, la ciudad de Valladolid y las localidadesde
Ágreda e Iruecha ambas en la provincia de Soria, así como Miranda de Ebro en
Burgos, lograron reunir carrozas policromadas para sus respectivos desfiles”,
de donde se deduce que fueron fabricados en los citados talleres zaragozanos de
Quintana, aunque no creemos que el Rosario de Miranda de Ebro llegara a contar
con carrozas policromadas.
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