Hace
ahora un año, D. Albert Ventura Rius, párroco de Las Alquerías del Niño
Perdido, un municipio de la provincia de Castellón, e investigador de la
advocación mariana conocida con el título de “Virgen del Niño Perdido”, se puso
en contacto con nosotros, interesándose por la posible existencia en Borja, en
concreto en el antiguo convento de agustinos descalzos, de una imagen de esa
Virgen, de cuyo culto la orden agustina fue impulsora. En aquellos momentos no
teníamos noticia de ello, aunque sí comentamos el hecho de que fuera Patrona de
Tabuenca, así como de la existencia de otra imagen en Talamantes.
Inesperadamente,
ahora, la imagen “perdida” de la Virgen del Niño Perdido ha aparecido en
nuestra ciudad, al ser donada este gran escaparate o vitrina, en la que, con
gran cariño, la había conservado la familia Araus que ha tenido la generosidad
de donarla al convento de Santa Clara, en cuyo museo será expuesta.
Se
trata de una talla policromada de indudable calidad con la Virgen sosteniendo
en sus brazos al Niño, ambos coronados y vestidos con túnica (no disponemos de
fotografías de la imagen sin sus vestiduras). La Virgen lleva además toca y manto.
Sus pies reposan sobre cabezas de angelotes entre nubes y bajo ella se dispuso
una peana, también con cabezas de ángeles que, posiblemente, es de la misma
época en la que fue realizado el escaparate o vitrina.
En la
parte inferior se encuentran las imágenes de San Agustín y San Vicente Ferrer,
también de calidad. Su presencia obedece al hecho de que fue San Vicente quien,
al fundar en Valencia un hospicio, lo puso bajo la advocación de la “Virgen de
los Niños Perdidos”, donado una imagen de ella. Siglos más tarde, el hospicio
dejó de cumplir su función y el edificio quedó anexionado al vecino convento de
agustinos. Según la tradición, la orden decidió sortear la imagen entre sus
conventos, recayendo en el que tenían en la localidad de Caudiel (Castellón),
donde es objeto de especial veneración desde entonces, ya con el título de “Virgen
del Niño Perdido”.
A
partir de ese momento, los agustinos difundieron su culto en muchos lugares. La
Virgen es la Patrona de Caudiel, siendo venerada en su iglesia parroquial que
era la del antiguo convento de agustinos. La imagen actual vino a sustituir a
la primitiva, destruida, como tantos otros bienes eclesiásticos, en el
transcurso de la Guerra Civil. Sin embargo, logró salvarse otra pequeña imagen,
realizada en marfil que, según una tradición difícilmente sostenible, era la
que llevaba San Vicente Ferrer en sus desplazamientos.
La
donación de la imagen a Santa Clara ha ido acompañada con una colección de
mantos, dado que las vestiduras de la Virgen se cambiaban de acuerdo con los
colores propios de cada tiempo del año litúrgico. También incluye otros
elementos a los que aludiremos en un artículo posterior. Por todo ello, merece
ser destacado el gesto de la familia donante que viene a enriquecer, de manera
evidente, el Patrimonio Cultural de nuestra ciudad.
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