Durante
los últimos meses hemos seguido, con preocupación, las desventuras padecidas
por este arbolito de la innominada plaza de la calle de San Bartolomé. En
algunas ocasiones nos hemos hecho eco de los golpes que recibía por parte de
los vehículos allí estacionados.
Periódicamente,
quedaba inclinado hasta que alguna caritativa persona, posiblemente de la
brigada municipal, volvía a enderezarlo. Sin embargo, ayer a las nueve de la
mañana lo encontramos ya prácticamente tumbado, como consecuencia un impacto más
enérgico y descuidado.
En su
pequeño tronco mostraba las huellas de las heridas que le han venido
ocasionando y sus ramas estaban prácticamente secas. Es posible que vuelvan a
colocarlo en la posición original, pero mucho nos tememos que no llegue a
recuperarse. Entonamos, por lo tanto, un réquiem tras su corta vida, aunque aún
cabe la esperanza de un milagro. Difícil porque el comportamiento de los
conductores, algunos indebidamente estacionados no ha resultado ser
excesivamente cuidadoso y, por otro lado, cabe preguntarse si fue plantado en
el lugar adecuado.
Addenda. Después de escribir y publicar esta información (lo que se hace 24 horas antes de su aparición) hemos podido comprobar (a las cuatro de la tarde de ayer) que el árbol había sido enderazado. ¿Podrá salvarse? ¿Aguantará tantos embates?
Addenda. Después de escribir y publicar esta información (lo que se hace 24 horas antes de su aparición) hemos podido comprobar (a las cuatro de la tarde de ayer) que el árbol había sido enderazado. ¿Podrá salvarse? ¿Aguantará tantos embates?
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