D. Juan María de Ojeda Castellot es un paciente lector de prensa y libros, lo que permite encontrar informaciones que a nosotros nos habían pasado desapercibidas. Así ha ocurrido con el reportaje que Antón Castro publicó en Heraldo de Aragón, el 25 de febrero de 2017, sobre la visita efectuada a Fuendetodos por el Premio Nobel de Literatura Günter Grass, que nos ha traído ahora.
Allí
se hacía mención al encuentro que sostuvieron con el escritor “alumnos de Borja
y Zaragoza” que, previamente, habían leído la obra El tambor de hojalata. El
acto tuvo lugar en el marco del programa “Invitación a la lectura” que
coordinaba Ramón Acín. No teníamos constancia de ello ni conocemos quiénes
fueron los afortunados que participaron en el encuentro, aunque alguno de
nuestros seguidores podrá proporcionarnos información complementaria.
Günter
Grass (1927-205) había nacido en Dánzig, ciudad que ahora pertenece a Polonia
y, con tan solo 16 años, se vio obligado a combatir en la II Guerra Mundial
formando parte de la 10ª División Panzer SS Frundsberg de las Waffen-SS, lo que
influyó de manera decisiva en su obra posterior. En 1999 fue galardonado con el
Premio Nobel de Literatura y ese mismo año recibió el Premio “Príncipe de
Asturias”.
A
Fuendetodos llegó el 30 de marzo de 2004, siendo recibido por el Presidente del
Gobierno de Aragón D. Marcelino Iglesias y por el entonces Presidente de la
Diputación Provincial de Zaragoza D. Javier Lambán, con quien recorrió las
salas del Museo Zuloaga, donde se exponían 37 obras suyas, dado que además de escritor
era un excelente dibujante.
El
escritor estaba especialmente interesado en Goya, cuya obra conocía muy bien y
quiso conocer su casa natal y el ambiente en el que se crió. En homenaje suyo
realizó un dibujo, inspirado en “Los caprichos” que donó al museo.
Fue
una visita entrañable en la que dejó constancia de su simpatía y sencillez en
todos los que tuvieron la fortuna de compartir los dos días que estuvo en la
localidad, entre los que se encontraban los alumnos borjanos con los que
dialogó.
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