Cuando la Navidad ha perdido buena parte de su sentido real y las celebraciones dan comienzo o, al menos, se anuncian desde los primeros días de diciembre, la comunidad de religiosas franciscanas clarisas de Borja se mantiene fiel a la tradición y, en su belén que es el más antiguo de nuestra ciudad, el Niño Dios no aparecerá en el portal hasta la mañana por la noche.
Mientras
tanto, su lugar lo ocupan las Sagradas Escrituras, en alusión a las profecías
que anunciaron su Nacimiento. El belén es muy sencillo y al porta inicial se
unieron las figuras de los tres Reyes y un camello que Baltasar lleva del
ronzal. Sus figuras más importantes se exhiben durante el resto del año en el
Museo de Santa Clara con el fin de que se puedan contemplar las ricas telas con
las que están elaborados sus vestidos.
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