Fotografías de Tarazona de Carlos Lorenzo García Viñal

         Carlos Lorenzo García Viñal ha estado en Tarazona y, desde allí, nos ha traído unas bonitas fotografías entre las que se encuentra ésta del blanco cimborrio de la catedral, contrastando con su torre al fondo.

         Nos ha gustado especialmente este detalle de la portada principal que, a finales del siglo XVI, labró el escultor Bernal del Fuego y los canteros Juan de Charri y Miguel de Muguiro. Entre otras razones porque permite observar ese arco abovedado con casetones en los que se insertan angelotes en curiosas posturas. En la clave del mismo una figura que representa a la Caridad, sosteniendo dos niños, a uno de los cuales amamanta y otros dos a sus pies. Sobre el arco, las armas de D. Martín de Mezquita, tesorero de la catedral y mecenas de esta obra. Llama la atención el hecho de que el escudo está timbrado con un capelo del que penden las mismas borlas que en las de un arzobispo (20 dispuestas 1,2,3,4). El Prof. Criado considera que corresponden a su condición de protonotario. Queremos entender que se refiere a protonotario apostólico, aunque en ese caso las borlas que les corresponden son las mismas que a los obispos (12 dispuestas 1,2,3), pero de color rojo en lugar de verdes. Las 20 borlas son propias de los llamados “prelados di Fiocchetto” de la Cámara Apostólica. ¿Lo era el tesorero Mezquita? Es una cuestión a investigar pues, en modo alguno, es baladí.

         La Casa Consistorial también fue objeto de su atención. En la primera imagen pueden verse las representaciones de la Justicia y la Sabiduría situadas a ambos lados de la puerta principal del edificio, bajo los escudos de Aragón y de Carlos V. En el óculo central un pequeño San Miguel que tiene a sus pies al demonio con cara de niño.

         La otra fotografía muestra la decoración navideña, con el gran Nacimiento instalado allí y, en el otro extremo, ese árbol de Navidad con forma de cornete o cucurucho de helado.

         Finalizamos con estas dos fotos, una de la torre de la iglesia de San Francisco recortándose sobre los adornos navideños y otra de la tradicional vista de la ciudad desde el Queiles, con la torre de la Magdalena al fondo.