El primer paso que desfila en la procesión del Jueves Santo es el de la Oración en el huerto. Como comentamos en el artículo anterior, en esta procesión llamada de los Cristos o de los Pasos, están representados los cinco Misterios Dolorosos del Santo Rosario: La Oración en el Huerto; la Flagelación del Señor; la Coronación de espinas; Jesús con la Cruz a cuestas camino del Calvario y la Crucifixión del Señor.
El
primero de ellos, hace referencia a un pasaje que relatan los tres Evangelios
sinópticos, de forma muy similar. Tras haber celebrado la Última Cena con sus
discípulos, Jesús se retiró a un huerto llamado Getsemaní y llevando consigo a
Pedro y a los hijos del Zebedeo (Santiago y Juan) se puso a orar. Comenzó a
sentir tristeza y angustia mientras oraba de rodillas. Luego, rostro en tierra,
se dirigió al Padre diciendo: “Si es posible, que pase de mí este cáliz, pero
no se haga mi voluntad, sino la tuya” (Mt 26, 36-46). Es en el Evangelio de
Lucas donde se afirma que se le apareció un ángel del Cielo, que lo confortaba
(Lc 22, 43).
Esa
escena es la que representa el paso, adornado con ramas de olivo, pues los
había en ese huerto de Getsemaní en donde se ha encontrado una almazara de
aquellos tiempos en recientes excavaciones. Cristo de rodillas está rezando y
frente a Él aparece un Ángel, sobre una roca, que porta en las manos ese cáliz
que debe sumir para consumar el gran misterio de la Redención.
Pero
el paso actual se introdujo, como veremos, a mediados del pasado siglo. Hasta
entonces el que iba en la procesión era otro más sencillo con una imagen de
vestir de Cristo arrodillado frente a una columna sobre la que se encontraba un
pequeño ángel con el cáliz.
En
2019, el antiguo paso que se había conservado en una capilla del claustro de la
colegiata volvió a hacer acto de presencia en la procesión, al cumplirse el
tercer centenario de que se hiciera cargo del mismo la cofradía de Cristo
Nuestro Señor en el Huerto y de las Almas del Purgatorio, creada expresamente
con ese fin.
Fue
ese año de 1719 cuando el M. I. Ayuntamiento de la ciudad y su corregidor D.
Alonso Anaya y Espinosa, tomaron la decisión de “prohibir, por las inquietudes
de los hombres mozos, que estos llevasen, en la procesión del Jueves Santo,
Nuestro Señor del Huerto”. Cabe preguntarse qué significa esa alusión a las “inquietudes
de los hombres mozos” y por qué el problema se suscitó exclusivamente con este
paso.
El
general D. Romualdo Nogués que escribió más de un siglo después mencionaba los
altercados que todos los años se producían durante esa procesión en la que,
como veíamos ayer, se repartía vino y comida, lanzando caramelos y golosinas a
los participantes. Es posible que, entre los más jóvenes que eran, al parecer, los
que llevaban este paso se suscitaran peleas. En cualquier caso, en 1719 la
cofradía de las Almas, nombre reducido con el que se la conoce, fue creada con el
fin principal de portar el paso, lo que constituye un caso singular en la
Semana Santa borjana. Además, por razones que en otra ocasión comentaremos,
terminó por asumir el principal protagonismo del Entierro de Cristo, tras su
restauración después de la Guerra de la Independencia.
Fue en
1947 cuando la Junta de la cofradía de las Almas decidió reemplazar el antiguo
paso por uno nuevo, encargando a la Cooperativa de Ntra. Sra. de la Peana el
cometido de adquirirlo en Olot. Es un paso de producción industrial que desfiló
por vez primera en la procesión de 1948, siendo prior de la cofradía D. Primo
Irache.
Samper
de Calanda
Santander
Andorra
Tarazona
Al ser
de producción en serie, pasos idénticos o muy similares pueden encontrarse en
los más diversos lugares de la geografía española, de los que ofrecemos tan
sólo algunos ejemplos.
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