Una de
las mayores pérdidas patrimoniales en Borja, durante el siglo XX, fue el
derribo de la iglesia de San Bartolomé, como consecuencia de una desafortunada
decisión que privó a nuestra ciudad de un conjunto de obras de Arte de interés
sin que se alzaran apenas voces para impedir tamaño desafuero que actualmente
sería impensable.
Pero, además, son muy escasos los testimonios gráficos que se han conservado de este templo. Esta fotografía es una de las interesantes, al mostrar cómo era su retablo mayor que el Dr. D. Alberto Aguilera Hernández ha estudiado con el propósito de publicar algún día, el inventario de su patrimonio que ha reconstruido pacientemente.
El
mueble, obra del escultor Miguel Puyal, tiene como imagen titular la de San
Bartolomé, flanqueada por las de San Babil y San Bernardo. En el ático se
encuentra San Juan Bautista. A ambos lados del mismo dos pequeños ángeles
portan la palma y la corona del martirio, en referencia a San Bartolomé, cuyo
busto procesional se puede ver a la izquierda de la fotografía.
También
se puede advertir en primer plano la imagen de San Isidro que era una de las
situadas en las pilastras de la nave. A ambos lados del retablo mayor había dos
lienzos que representaban a la Virgen del Pilar y al martirio de San Bartolomé.
Para
justificar la elección de los Santos que aparecían en ese retablo hay que
recordar que hubo otro anterior que, en la actualidad se conserva en la iglesia
parroquial de Maleján, teniendo como titular a San Antón pero que, como
demostró el Dr. Aguilera Hernández era el primitivo de la parroquia borjana de
San Bartolomé.
Y en
ese retablo se encontraban en las calles laterales San Juan Bautista y San
Babil que también fueron elegidos para el nuevo: San Juan en el ático y San
Babil al lado de San Bartolomé.
En el
banco se encontraba San Bernardo, claramente identificable por la escena de la lactatio de la Virgen María y las dos mitras
correspondientes a los obispados que rehusó (la otra es de abad así como el
báculo).
En el
nuevo retablo se colocó también la imagen de este Santo, cuya presencia podría
justificarse por la relación de la parroquia con el monasterio cisterciense de
Veruela, dado que en la calle de San Bartolomé se encontraba la casa que dicho
monasterio tenía en Borja, a la que se accedía por el llamado callejón de San
Bernardo y sobre cuya puerta había un bajorrelieve con esa escena del Santo
ante la Virgen María. Esa casa es el actual Museo Baltasar González y, dado que
el bajorrelieve fue retirado por su anterior propietario, cabría la posibilidad
de instalar en la hornacina vacía una reproducción del mismo.
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