Este era el aspecto que presentaba el castillo de Sax (Alicante), al inicio de la década de los años 70 del pasado siglo, cuando aún no se habían llevado a cabo muchas de las obras de restauración posteriores.
De
origen andalusí, es una de las tres grandes fortalezas de la comarca del
Vinalopó, con las de Villena y Biar (a la que recientemente hemos hecho
referencia). Fue reconquistado por los caballeros de la Orden de Calatrava de
la encomienda de Alcañiz, pero tuvo que ser cedido a Castilla, en virtud de los
acuerdos para el reparto de esa zona levantina. Fue propiedad de los marqueses
de Villena hasta que los Reyes Católicos lo incorporaron a la corona. No
obstante, en 1782, fue entregado al duque de Maqueda, conservándolo en su poder
los descendientes hasta que, en 1980, fue adquirido por el Ayuntamiento.
El
castillo se alza sobre un escarpe que domina la población y en él destacan dos
torres, la más alta de las cuales es la del homenaje, aunque contó al menos con
otra, cuyos cimientos fueron encontrados recientemente.
Desde
1965 se han venido sucediendo las obras de restauración, a cargo de diferentes
equipos y arquitectos que, inicialmente, estuvieron encaminadas a recuperar la
volumetría del conjunto, incluyendo la muralla que lo rodea.
Además
de la torre almohade, se acondicionó la torre del homenaje, aunque para
corregir las humedades que venían afectándole, ha sido preciso acometer
recientemente nuevos trabajos.
La
construcción de un nuevo acceso por el lateral del peñón estuvo envuelta en
cierta polémica, por entender algunos que afectaba al entorno natural.
Las
obras a las que anteriormente hemos hecho referencia han afectado a las visitas
del castillo que, momentáneamente, tuvieron que ser interrumpidas.
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