Acabamos
de conseguir en la India una edición facsimilar de la zarzuela El señor Castaño, una de las tres que
compuso Justo Blasco, en esta ocasión junto con “Ramos” del que no hemos podido
encontrar más datos.
La zarzuela fue estrenada en el Teatro de Maravillas el 28 de mayo de 1887 y el autor del libreto fue Juan Pérez Zúñiga.
Pérez
Zúñiga había nacido en 1860 y fue abogado y famoso escritor satírico, autor de
numerosas obras. La guerra civil le sorprendió en Madrid y allí murió de
hambre, el 5 de noviembre de 1938. Lo había pasado muy mal y, a pesar del
aspecto orondo que muestra esta fotografía, al final había quedado reducido a
los huesos. Pero no perdió el buen humor y dos días antes de su fallecimiento
dejó escrito el texto de su esquela y una nota en la que decía:
“Pensé morir algún día partido por un camión
o por una indigestión o por una pulmonía. Pero venir a quedar convertido en un
fiambre por la metralla o el hambre ¡Quién lo había de pensar!”.
De
la zarzuela que estamos comentando, lo que hemos conseguido es el libreto pero
no la partitura. Se conserva en la Biblioteca Nacional pero no la hemos visto
entre las muchas obras digitalizadas de Justo Blasco.
Precisamente,
empeñados en su búsqueda encontramos la esquela de su hijo D. Justo Blasco
Sasera. No hace mucho, dimos noticia de la familia política de Blasco, los
Sasera. Hoy a la vista de la esquela vemos que en ella se hace referencia al fallecido,
pero también a sus hermanas María del Carmen, María del Pilar y Concepción.
D.
Justo Blasco Sasera era un destacado médico, además de gran aficionado a la mar
lo que llevó a formar parte de la Real Liga Naval Española y, posteriormente, a
desempeñar el cargo de Secretario General de Fidalmar, la federación que integra
a todas las ligas navales. En la primera fotografía aparece con su uniforme de
Capitán de Yate en 2017. La segunda corresponde al momento en el que renovó su
juramento ante la bandera de la Agrupación de Infantería de Madrid en 2013.
El
8 de junio de 2019, la Real Liga Naval Española le impuso su Gran Cruz en el
transcurso de la cena de hermandad marítima de verano, celebrada en Madrid.
Al
recordar ahora a tan destacado personaje, no podemos dejar de manifestar
nuestra sorpresa por la escasa atención dispensada en Borja a uno de los más
ilustres músicos nacidos en la ciudad, así como la inexistente relación con sus
descendientes, todos ellos contemporáneos nuestros.
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