Caravis y Magallón

 

         Los artículos antiguos aparecidos en este blog siguen manteniendo su interés, como lo demuestra el hecho de que se sigan reproduciendo o consultando. Hace unas semanas recordábamos algunos de los publicados al inicio del blog.

         Entre los primeros figuraba el que, el 29 de marzo de 2011, dedicamos a la relación entre Caravis y Magallón, sobre el que hoy queremos volver.

Caravis o Caravi (se escribe también de otras maneras) fue una ciudad celtibérica, en el territorio de los lusones, que aparece en la historia por su fidelidad a Roma durante la I Guerra Celtibérica. Hacia el año 180 a. C. fue sitiada por 20.000 celtíberos, pero pudo ser salvada por el pretor Tiberio Sempronio Graco quien, cuando se encontraban a punto de capitular, logró introducir en la ciudad a uno de sus hombres, vestido de indígena, para anunciarles la inmediata llegada del ejército romano que dispersó a los atacantes y más tarde los venció en Complega.

Tradicionalmente, se ha venido asociando a Caravi con el actual municipio de Magallón, aunque no se ha localizado, hasta ahora, su ubicación. El profesor D. Juan Antonio Frago señaló la existencia de un documento del siglo XVI en el que se hacía referencia a “un molino sito en la partida clamada de Carabos”, término que corresponde al actual topónimo de “Calvos”, situado en torno a la iglesia de Santa María de la Huerta, en la zona baja de Magallón. Podemos aportar otra referencia más antigua que aparece en un trabajo de Rafael Conde. Es un documento sobre cesión a treudo perpetuo de “un campo en Lorit y otro en Caraos, ambos en término de Magallón” por parte del monasterio de Veruela a Pero Tellón y Toda Almoraxi. Lleva fecha de 16 de febrero de 1400.

Son datos significativos sobre esta relación que nuestro Centro siempre ha defendido, por lo que recientemente, adquirió un ejemplar de los ases acuñados en esa ceca que no son excesivamente abundantes, lo que añadido al buen estado de conservación de la moneda, le confiere un especial interés.

En aquellos momentos añadíamos bibliografía a nuestros comentarios y, en este caso, la mencionada era:

FRAGO GRACIA, Juan Antonio. Toponimia del Campo de Borja. Estudio Lexicológico. Institución “Fernando el Católico”. Zaragoza, 1980.

CONDE Y DELGADO DE MOLINA, Rafael. “La colección de pergaminos procedentes del monasterio de Veruela del Archivo de la Corona de Aragón”. Cuadernos de Historia Jerónimo Zurita 35-36. Pp. 117-171.