El pasado 31 de diciembre Enrique Lacleta pudo captar las preciosas imágenes de un raboso o raposo, nombre con el que aquí se designa al zorro común o zorro rojo (Vulpes vulpes), que se encontraba en un campo contiguo al camino de Porroyo.
Estaba buscando comida, aunque lo
habitual es que cacen por la noche, pero en otoño se alimentan también de
frutos. Lo más llamativo es que, a pesar de ser un animal extremadamente cauteloso
que huye del contacto con el hombre, en esta ocasión no mostró ningún recelo y
hasta “posó” para el fotógrafo.
Era un ejemplar de gran belleza, posiblemente
joven, y lustroso pelaje, con mirada sumamente fotogénica. Un buen trabajo de
Enrique.
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