Durante nuestra visita al antiguo hospital naval de la isla del Rey, pudimos ver las salas que, bajo el nombre de “Memorial Acorazado Roma”, recuerdan la tragedia del buque insignia de la Regia Marina y la atención dispensada a sus supervivientes en este hospital de Mahón.
El Roma era un acorazado italiano
de la clase Littorio que había sido botado el 9 de junio de 1940 en los
astilleros Ansaldo de Génova. Con 240,70 metros de eslora y 32,90 de manga,
tenía un desplazamiento, a plena carga, de 45.963 toneladas y podía dar 31,5
nudos.
Tras la firma del armisticio italiano,
los aliados ordenaron que todos los buques que componían la flota fueran conducidos
a los puertos señalados. En cumplimiento de ello, el Roma (donde izaba
su insignia el almirante de la flota Carlo Bergamini), los acorazados Vittorio
Veneto e Italia, tres cruceros y ocho destructores zarparon del
puerto de La Spezia el 8 de septiembre de 1943.
Al día siguiente, cuando navegaban cerca
de la isla Asinara, al norte de Cerdeña, fueron interceptados por aviones
alemanes que portaban bombas filoguiadas Fritz X, un tipo de arma desconocido
hasta entonces y de las que se ofrece una reproducción en una de las salas del
memorial. Dos de ellas impactaron en el Roma que hizo explosión, se
partió en dos y se hundió rápidamente, arrastrando a los almirantes Bergamini y
del Cima (comandante del buque) junto con 86 oficiales y cerca de 1.300
hombres. Era el primer buque de la historia que había resultado hundido por un
misil guiado.
Sólo pudieron ser rescatados unos 600 miembros
de la dotación aunque muchos de ellos con graves quemaduras. Ante la imposibilidad
de llevarlos a otro lugar, fueron conducidos a Mahón, como puerto neutral,
donde recibieron la atención necesaria en el hospital naval. El C.N. D.
Francisco Benito, comandante de la Base Naval y toda la población de Mahón, se
volcó con los náufragos.
En una de las salas, bajo la bandera de Italia y las de varias regiones de ese país hay un pedestal en el que, sobre una roca de granito de Cerdeña, hay un libro con los nombres de todos los fallecidos (no estaba cuando visitamos la sala). También pueden verse las fotografías de muchos miembros de la dotación.
En otra sala se narra la historia del acorazado
y, junto a los uniformes de la Regia Marina se ha recreado una sección del
buque con los coys en los que dormía la marinería y la batayola en la que se guardaban
una vez recogidos.
Un bonito recuerdo de aquellos aciagos
días en los que los náufragos del Roma encontraron alivio y consuelo en el
personal sanitario español, en los vecinos de la isla y en su compatriota
Fortunata Novella que, gracias a su maternal entrega aquellos marineros la
llamaron “Mamma Mahón”.
Esta es la imagen de Dª. Fortunata Novella, nacida en
Carloforte y residente en Mahón, por haber contraído matrimonio aquí. En julio
de 1953 recibió la "Estrella de Primera Clase de la Solidaridad
Italiana" de manos del Presidente de la República Luigi Einaudi y en su localidad
natal le fue tributado un cariñoso homenaje, pero regresó a Mahón, donde siguió
cuidando las tumbas de sus marineros, hasta su fallecimiento el 26 de junio de
1969, cuando había cumplido los 89 años.
El 29 de septiembre de 1950 pudo asistir
a la inauguración del monumento que la Marina Militar Italiana construyó en el
cementerio de Mahón, en recuerdo a los fallecidos del Roma. Realizado en mármol,
es obra de escultor Armando D’Abrusco.
A Dª. Fortuna le dedicaron sus paisanos
una placa en la que la califican como madrina de los marinos italianos,
haciendo constar el deseo de que su espíritu pueda ser conservado siempre por nuestros
jóvenes.
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