Con asistencia de numeroso público, tuvo lugar el pasado sábado en el Auditorio “Ramón Salvador” de Magallón, la presentación del cuarto número de la revista Aragón es otra historia, en la que, como informamos, se incluye un artículo de D. José Ignacio Sauca sobre los acaecimientos vividos en esa localidad durante la Guerra de Sucesión.
En el hermoso marco de la antigua iglesia
de Nuestra Señora de la Huerta (declarada Bien de Interés Cultural), intervino
en primer lugar D. Rafael Yuste Oliete, jefe de producción de la Editorial
PRAMES. Explicó el origen de la revista y del paso de las publicaciones de
montaña y turismo, que PRAMES lleva haciendo desde 1989 a la actualidad,
apostando también por las de carácter divulgativo y cultural aragonés como esta
revista.
Seguidamente, lo hizo D. Daniel Viñuales Cerdán, acreditado
dibujante, director del Grupo GP ediciones, especialistas en comics, que
introdujo la importancia del diseño gráfico en papel en un mundo digital, la
imagen como elemento narrativo y de visualización de hechos como es el cómic. En
este sentido, destacó la aportación de la revista desde sus orígenes, no solo
en ilustraciones de los artículos, sino en unos apartados específicos,
trabajados en viñetas y dibujos propios de este género gráfico y artístico.
Por último intervino D. Carlos Serrano Lacarra, historiador y
coordinador del Rolde de Estudios Aragoneses, responsable de contenidos de la
revista. Desde sus comienzos en 1977, el Rolde ha destacado en la divulgación
de la cultura aragonesa y su apuesta por una revista de alta calidad con
diversos contenidos, rigurosa y científica, a la vez que amena, pretende
popularizarla, recuperando aspectos históricos y patrimoniales, y haciendo
posible que llegue a la mayor parte de nuestra población.
Tras la presentación, D. José Ignacio Sauca Modrego, dio una
charla, sobre el contenido del artículo que publica en la revista. Habló sobre los
hechos acaecidos en el comienzo de la Guerra de Sucesión, cuando Magallón fue
la única población de la zona del bando austracista, resistiendo por ello un
asedio de cinco días con un enemigo muy superior. Posteriormente, se convirtió
en la principal base de operaciones de las tropas del pretendiente al trono de
España, desde donde partieron todas las operaciones militares llevadas a cabo
en la zona del Moncayo.
La posterior victoria borbónica tuvo consecuencias muy graves
para la villa que limitaron considerablemente su desarrollo posterior.
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