Como decíamos ayer, junto al antiguo convento dominico de Gotor se encuentra el llamado “Jardín de las Cuatro Culturas” que fue inaugurado en noviembre de 2013 y que, a pesar del tiempo transcurrido, se encuentra en muy buen estado de conservación, lo que no deja de ser sorprendente dada la cantidad de iniciativas similares que arrancan con fuerza y se malogran por falta de mantenimiento.
En este caso no ha sido así y es digno
de ser visitado este jardín que es publicitado como “único en el mundo” al estar
estructurado en cuatro espacios que confluyen en un olivo central, cada uno de
los cuales está dedicado a una cultura diferente: cristiana, musulmana, judía y
celtíbera. Es la incorporación de la referencia a esta última lo que le
confiere un carácter diferente.
El jardín ocupa una parcela de 1.400
metros cuadrados que, anteriormente, fue un vertedero y después campo de
fútbol. Su construcción supuso una inversión de 180.000 euros que fueron aportados
por el INAEM, fondos FEDER, Gobierno de Aragón y el propio Ayuntamiento.
De la ejecución del proyecto, integrado
en el Plan Director de restauración del convento contiguo, se encargaron ocho
alumnos de una escuela taller creada con este fin, a lo largo de un año.
El resultado no puede ser más agradable,
contribuyendo de manera evidente a la potenciación de un monumento tan importante
como el convento, aunque el jardín en sí mismo reúne los elementos necesarios
para disfrutar de su contemplación.
Allí se encuentran representadas más de
170 especies diferentes, muchas de ellas con un cartel explicativo. En total hay
más de 700 plantas distribuidas en los espacios propios de la cultura a la que
se asocian.
Todo un descubrimiento para nosotros que, por lo inesperado, aún nos causó mejor impresión. La única deficiencia advertida fue la del cartel en el que se ofrece información sobre el jardín. Convendría renovarlo dado que, por la acción del tiempo, su lectura resulta muy difícil.
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