Uno de los actos tradicionales de las fiestas de San Bartolomé de Borja es la interpretación del dance y el paloteado. Creado a finales del siglo XIX por la cofradía, con el propósito de honrar a su titular, sólo tiene sentido en torno a su imagen.
De ahí, que al finalizar la Solemne
Eucaristía el precioso busto procesional sea llevado hasta la plaza del Olmo, acompañado
por los diferentes grupos de danzantes, para presidir todo lo que allí se va a
representar.
Allí, rodeado por la multitud que
llenaba la plaza, asistió a la interpretación de los diferentes elementos que
integran el dance y el paloteado, comenzando por el saludo de los danzantes y
el diálogo entre mayoral y rabadán sobre el sentido de la fiesta.
Sigue después el “sainete” con la lucha
entre el bien y el mal, representados por el ángel y el diablo, con el triunfo
del primero que hace posible la prosecución de la fiesta. Notable la
interpretación del diablo, a cargo de una destacada actriz que, por su perfecta
caracterización, causa pavor entre los más pequeños.
Siguen, a continuación, los dichos y
competencias. Los primeros dirigidos al Santo por parte de los danzantes. Las
segundas, son las respuestas jocosas y, a veces, subidas de tono que les
dirigen a ellos el mayoral y el rabadán.
Y, para finalizar, el paloteado a cargo
de los diferentes grupos de danzantes que, al son de los ritmos tradicionales interpretados
por la Agrupación Musical Borjana, bailan con palos, cintas y arcos de flores,
aunque en las fotos que nos ha remitido Enrique Lacleta no hemos encontrado la
de estos últimos.
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