martes, 9 de agosto de 2022

Incorporación a nuestros fondos de un nuevo grabado

 

         Una de nuestras preocupaciones fundamentales es la de incrementar, siempre que es posible, la colección de obras de Arte que hemos ido reuniendo en la Casa de Aguilar, convertida de hecho en un importante espacio museístico. Ahora, nuestro Presidente ha conseguido y enmarcado varios grabados de los que daremos cuenta en este blog.


         Ahora, acaba de llegarnos este precioso grabado de Alonso García Sanz: un Ecce Homo en el que figura escrito en latín, un versículo del salmo 22 (21 en el grabado, porque tras el salmo 10, que se dividió, hay una renumeración de todos). La traducción, en la versión oficial de la Conferencia Episcopal Española, dice así: “Pero yo soy un gusano, no un hombre, vergüenza de la gente, desprecio del pueblo”, que es interpretada como una clara referencia a la Pasión de Cristo. Por otra parte, no podemos olvidar que el inicio de este salmo “Dios mío, Dios mío ¿Por qué me has abandonado” (Elí, Elí, ¿lama sabactani?, en arameo) fue una de las siete palabras o frases pronunciadas por Jesucristo en la Cruz. Al usar el arameo, no fue comprendida por quienes presenciaban la crucifixión que interpretaron, en tono sarcástico que llamaba al profeta Elías.


         Lo que se reproduce en el grabado es esta obra que se conserva en la Galleria Sabauda de Turín, obra de Giovanni Francesco Barbieri (1591-1666), más conocido como el Guercino, en referencia al estrabismo que padecía (era bizco). Representante de un período de transición del clasicismo al barroco, fue un pintor destacado que gozó de gran prestigio y hasta fue visitado en Bolonia por Velázquez.



         Se conservan varios autorretratos suyos. El primero de los que reproducimos está actualmente en el Museo del Louvre. Nos gusta más el segundo, en el que el pintor aparece frente al caballete, donde está ultimando una representación del “Amor fidele”. Se expone en la National Gallery de Whasington.



         Del que no tenemos imágenes es del grabador Alonso García Sanz del que tampoco se conocen demasiados datos de su biografía, salvo que nació en 1781 en la localidad soriana de Duruelo de la Sierra, siendo bautizado en la iglesia parroquial de San Miguel (patrón de la localidad), a la que corresponden estas fotografías.

         Discípulo del célebre grabado Manuel Salvador Carmona, trabajó en Madrid en los años de la ocupación francesa y se tiene constancia de algunas de sus obras fueron adquiridas personalmente por José I. No sabemos si ello influyó en la difuminación posterior de su figura, a pesar de que a la vista del grabado que estamos comentando y de otros que realizó, no cabe duda de que era un buen dibujante y grabador.






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