Un retablo dedicado a San Luis rey de Francia en Ainzón

 

         El pasado 25 de agosto se celebró la memoria litúrgica de San Luis, rey de Francia (su fiesta con el lenguaje popular). Hemos recordado, por ello, que en la iglesia parroquial de Ainzón existe un retablo dedicado a este santo monarca francés.

         No son muchas las representaciones iconográficas dedicadas a él y menos aún los retablos que lo tienen por titular. Vinculados a los naturales de la vecina nación recordamos el templo de San Luis de los franceses de Sevilla y el de Cádiz. La colegiata de Villagarcía de Campos está dedicada a San Luis y la localidad de Albondón (Granada) lo tiene por Patrón. También recordamos la existencia de un retablo con su imagen y la del Salvador en la catedral de Santiago de Compostela y otro en Santa Cruz de la Palma (Tenerife) y, probablemente, habrá otros, aunque no demasiados, siendo el de Ainzón un caso “raro” en nuestra zona.

         No disponemos de imágenes demasiado buenas del retablo, dado que las reproducidas fueron tomas precipitadamente durante una reciente visita a la iglesia. Podemos adivinar, sin embargo, que en el lienzo central está representado San Luis con vestiduras regias y empuñando el cetro con el que parece tocar a un personaje arrodillado que puede ser el donante del retablo.

         En las calles laterales se encuentran, arriba, San Vicente, identificado por sus vestiduras de diácono, la palma del martirio y la rueda de molino que es su atributo personal. A la izquierda, un Santo obispo; puede ser San Agustín cuya fiesta celebramos hoy.

         En la parte inferior y a la izquierda se ve a Santa Ana con la Virgen Niña y, aunque no lo apreciamos bien, a la derecha parece estar representada la Virgen con San Joaquín.

         En el tondo central del ático está San Miguel venciendo al demonio. A ambos lados las armas del donante con una curiosa particularidad. Por razones de simetría, el yelmo que las timbra está orientado hacia el eje central, lo que no responde a criterios heráldicos, dado que, en función de su posición, indica que el titular es o no es bastardo.

         Respecto a quién corresponden dichas armas, el hecho de que las mismas figuren en el escudo existente en la fachada de la llamada casa de los Ferrández de Borja nos lleva hacia esa familia que también se había establecido en Ainzón.