Recientemente, volvíamos a contemplar las claves de la bóveda de la nave central de la iglesia parroquial de Mallén, un monumento de extraordinario interés que está a la espera de que, por parte de quien corresponda, le sea incoado expediente para su declaración como Bien de Interés Cultural. Nada más que por el precioso ábside románico que conserva lo merecería.
Durante una de las obras de
restauración a las que ha sido objeto este templo, aparecieron unas
inscripciones pintadas en sus muros, en las que se hace referencia a la reconstrucción
de la bóveda, que se había hundido, por el maestro Abdallah de Galli. En los
textos que no han sido correctamente leídos hasta ahora, se hace mención al
comendador de Mallén en aquellos momentos. Su identificación sería interesante,
dado que sus armas son, en nuestra opinión las que aparecen en una de las
claves.
Respecto a ellas, cabe destacar que en
todas hay motivos heráldicos, salvo en la primera, situada en el presbiterio y,
parcialmente oculta por el retablo mayor, en la que está representada la Virgen
María.
A partir de la cabecera estos son los
pinjantes de las claves, en la primera de las cuales aparecen las armas de un
comendador de la Orden de San Juan de Jerusalén, probablemente del que estaba al
frente de la encomienda de Mallén en el momento de ser reconstruida la bóveda.
Las armas de todos los comendadores se caracterizan por llevar en jefe la cruz
recta de la Orden de plata sobre campo de gules. En este caso, durante la
restauración se dio a la cruz un color negro, posiblemente porque el original,
al ser de plata, se había oxidado. Esto da lugar a una doble anomalía. En
primer lugar, por modificar las armas de la orden y, en segundo, porque en
heráldica nunca un esmalte (sable) puede cargar sobre otro (gules).
Las armas propias del comendador serían
una faja de gules sobre campo de oro, atribuidas a la familia Monteagudo, un
linaje aragonés oriundo de Navarra, aunque es preciso investigar si pertenecía
a ella el comendador de Mallén.
En la segunda clave está la cruz recta de la Orden, aunque de nuevo se ha alterado al pintar de negro (sable) la cruz que debería ser blanca (plata), error que hemos señalado ya en anteriores ocasiones.
En la clave tercera están representadas otras armas con ampo de oro armiñado de sable y una faja de gules en jefe que pudiera haber perdido en la restauración la cruz recta de la orden. Se trataría, por lo tanto, de las armas de otro comendador, lo que es extraño, pues no tiene sentido representar las de dos comendadores diferentes. Curiosamente, estas armas son casi similares con las de linaje Funes, también de origen navarro, aunque el campo armiñado es de plata, pero con faja de gules en jefe.
Comoquiera que, en la clave siguiente, vuelve
a aparecer la heráldica familiar del comendador de la primera clave, nos
planteamos la posibilidad de que, tanto ésta como la anterior, guarden relación
directa con él.
En el transcurso de la rápida
investigación para elaborar este artículo, hemos encontrado que, en la primera
mitad del siglo XV, era comendador de Mallén Fernando de Funes y, años más
tarde, en 1639 lo era Juan Agustín de Funes, autor
de una crónica de la Orden en la que incluyó una elogiosa poesía que le dedicó
Lope de Vega.
En el transcurso de la rápida
investigación para elaborar este artículo, hemos encontrado que, en la primera
mitad del siglo XV, era comendador de Mallén Fernando de Funes y, años más
tarde, en 1639 lo era Juan Agustín de Funes, autor
de una crónica de la Orden en la que incluyó una elogiosa poesía que le dedicó
Lope de Vega.
Finalmente, el castillo que aparece en
la quinta clave no cabe la menor duda que es el correspondiente al escudo de
Mallén, de oro sobre campo de azur, sin la bandera en una almena que fue introducida
posteriormente.
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