Entre los equipamientos de la zona del Calvario, en el Santuario de Misericordia de Borja, había una pista para mantenimiento deportivo que era utilizada por muchas personas, aunque no llegamos a disponer de fotografías de sus distintos elementos. Sin embargo, ahora Enrique Lacleta ha estado allí para fotografiar lo que ha quedado de ella, tras el paso de las llamas.
En mayor o menor medida, todo ha
quedado destruido, al igual que los pinos del entorno donde estaba situada y da
auténtica pena ver esta otra consecuencia, en cierto modo marginal, del
incendio.
Algunos de esos equipamientos han
sobrevivido parcialmente, pero de la mayoría sólo quedan muñones calcinados
como testigos de la tragedia.
Y tumbados por el suelo, los paneles
explicativos que, curiosamente, han resistido mejor, aunque seguramente estaban
fabricados con la misma madera.
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