Decíamos en un artículo anterior que, por sus orígenes, el Centro Interparroquial Cultural Artístico y Recreativo (CICAR), podía ser inscrito entre los movimientos apostólicos de la Iglesia en Borja. Fue un centro generador de diversas publicaciones que no siempre pudimos recopilar. Vamos a comentar las que conservamos, comenzando por la que se tituló Vértice, cuyo primer número apareció en 1969, con el subtítulo de “Notas del Club de Juventud CICAR”. En aquel primer número, junto con noticias internas, como la elección de su Madrina, ya incluía comentarios y críticas de índole general.
Poco después, pasó a ser “Revista de
circulación interior del Tele-Club CICAR”, dado que acogiéndose a la normativa
impulsada por el ministro Fraga Iribarne se integró en la red de Teleclubs
nacionales con el número 2366. De esa revista sólo tenemos tres ejemplares que
no están numerados.
Pasó, en 1970, a denominarse Tele-Vertice
de la que conservamos con mucho cariño este ejemplar, por las críticas que nos
dedicaba, en relación con las gestiones realizadas para la restauración de la
Casa de las Conchas que, al final, provocaron su interrupción durante muchos
años. Era algo frecuente en aquellos años, llegando en ocasiones al insulto,
como en un determinado programa de fiestas.
En enero de 1978 apareció Burrsau Teleclub
(con dos erres), en cuya presentación se afirmaba que venía a iniciar una nueva
etapa informativa encaminada a dar a conocer a sus socios las numerosas actividades
que allí se realizaban. Era entonces monitor del Teleclub Javier Lerín que abogaba
por incorporar a los más jóvenes al funcionamiento del mismo.
En mayo de 1978 apareció Huecha Comarcal, como Boletín Informativo de los Teleclubs de la Comarca de Borja. Con muchas más páginas y fotografías en las contraportadas, contaba con colaboraciones de diferentes localidades. No faltaban comentarios relacionados con la situación local, como el ascenso del C. D. Borja o una crítica acerca del estado de abandono de las obras del Centro Sanitario Comarcal, con una conclusión que era un preludio a la actual situación. No sabemos si tuvo continuidad, dado que en nuestros fondos sólo tenemos ese primer número.
Lo mismo ocurre con Nueva Estafeta CICAR de la que únicamente conservamos el número 2, de, correspondiente a febrero de 1981, editado a multicopista, como los anteriores y en el que, entre otras noticias, daba cuenta del reconocimiento del CICAR como “entidad cultural”, por parte del Ministerio de Cultura. Por entonces, su presupuesto anual era de tres millones de pesetas.
También editaban una Memoria General de Actividades, de las que tenemos las correspondientes a los años 1971, 1972-73, 1973-74, 1975-76, 1977, y 1980.
Íntimamente vinculada al CICAR, en cuyo
seno fue creada, está la Coral “Vientos del Pueblo”, que aún subsiste y que
también editaba una Memoria, de las que conservamos las correspondientes a los
años 1975-76, 1976-1977,1979, 1984, 1992, y 1994, así como una publicación
correspondiente al X aniversario, en 1975, de lo que inicialmente se llamó “Orfeón
Juventud Borjana”.
Asimismo, ha venido editando las memorias
correspondientes a las Jornadas Internacionales de Canto Coral en Aragón que,
en nuestro archivo, tienen un tratamiento especial.
Es preciso mencionar también otra
publicación, Arsis, que en un primer momento surgió como “Boletín de
Información para el Canto Coral Aragonés, editada por el Centro Difusor de Canto
Coral en Aragón que se instaló en la Casa de Cultura.
En noviembre de 1989 se convierte en
boletín de la Federación Aragonesa de Coros y vuelve a tomar el número 1, con la
particularidad que se editó la misma revista con dos cabeceras diferentes, en
la segunda con el nombre Arsis, que se mantendrá después. Conservamos
hasta el número 8, de enero de 1997 y un ejemplar de mejor calidad, sin
numerar, con fecha de marzo-junio de 2004.
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