Entre los monumentos destacados de Alberite de San Juan figura su iglesia parroquial, con la torre adosada a sus pies que, en el pasado formó parte de una estructura defensiva medieval.
Pero ese castillo tuvo un precedente en
el torreón islámico del que se ha conservado su base que, tras su descubrimiento
y rehabilitación parcial puede verse en la plaza situada delante de la iglesia.
En otras ocasiones nos hemos ocupado de
las características de la torre del templo que, indudablemente, tuvo un fin
diferente en su origen, dado que su interior contaba con alfarjes góticos
decorados pintados. Lamentablemente, fueron arrasados en el transcurso de una
desafortunada intervención y arrojados a un vertedero del que D. Manuel Giménez
Aperte pudo recuperar una de las vigas, que se conserva actualmente en el
castillo de Grisel.
También hemos llamado la atención sobre
los sillares que refuerzan la parte inferior de uno de sus ángulos. Son
diferentes de los que conformaron el torreón islámico y, comoquiera que parecen
reaprovechados, siempre hemos creído conveniente la realización de un estudio
detallado.
Sillares hay también en otras zonas de
la fábrica de la iglesia, aunque los que muestran estas imágenes podrían proceder,
por su tamaño y factura del torreón.
Lo mismo podría suceder con los que
pudimos ver el otro día, desperdigados en el espacio existente en la parte
posterior del templo, de los que no nos habíamos percatado con anterioridad.
Y allí vimos también lo que parece ser
un fragmento de sarcófago. De características parecidas aparecieron en la
necrópolis de El Quez, aunque como ignoramos de donde procede esta pieza, no
nos atrevemos a confirmar una hipótesis a la que se podría ofrecer el reparo de
su escasa anchura y profundidad.
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