Si hay algo que impresiona, nada más adentrarse en el casco antiguo de Valderrobres, no es sólo la belleza de los monumentos que componen ese conjunto declarado Bien de Interés Cultural, es la impecable limpieza de sus calles y la ausencia de tráfico rodado, algo que venimos viendo también en otras localidades que hemos visitado recientemente.
Comentando con su Alcalde esa
circunstancia, nos decía que dispone de cinco empleados para la limpieza cotidiana
de las vías públicas, incluidos los domingos y festivos. El esfuerzo es evidente,
pero hay algo más ya que, la actuación de esos trabajadores tiene lugar a
primeras horas de la mañana y, a cualquier hora del día, pudimos ver las calles
perfectamente limpias, incluidas las zonas donde se concentran los bares. Ello
quiere decir que sus habitantes y visitantes demuestran un espíritu cívico que,
desgraciadamente, no existe en otros lugares.
En cuanto al tráfico urbano, es evidente
que el trazado de muchas calles no permite la circulación de vehículos, pero
hay otras en las que es posible, a pesar de lo cual está restringido, aunque
facilitando el acceso a las zonas altas, donde se encuentra el castillo y la
iglesia parroquial, en cuyas inmediaciones hay unos aparcamientos alternativos,
al igual que en las zonas bajas. Las imágenes que presentamos demuestran también
el perfecto estado de la pavimentación, así como el reducido número de tendidos
eléctricos aéreos. Las fachadas cuidadosamente restauradas y las plantas y
flores presentes en muchos lugares, contribuyen a proporcionar el agradable
aspecto de esta población.
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