No nos hemos acercado a la plaza de San Bartolomé y, por lo tanto, no sabemos el estado en el que se encuentra ahora, pero nos han mandado esta imagen captada hace pocos días en la que puede verse el destrozo ocasionado voluntariamente en uno de los maceteros allí instalados.
La barbarie no cesa en nuestra ciudad,
ante la repulsa de quienes no comprenden lo que se pretende con estas acciones
vandálicas que afectan, tanto al mobiliario urbano, como a propiedades privadas.
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