Acabamos de recibir un nuevo envío de la Institución Fernando el Católico que, como es habitual, iremos comentando en días sucesivos. Comenzamos con los volúmenes pertenecientes a la colección “Fuentes Históricas Aragonesas”, uno de los cuales es el número 100. Lleva por título Los libros de cuentas de la bailía de Aragón: el reinado de Pedro IV (I: 1336-1367) y ha sido coordinado por el Prof. D. Mario Lafuente Gómez.
En la introducción, el propio Mario Lafuente y Elena Albesa
Pedrola explican detalladamente el funcionamiento de la bailía general de
Aragón en la Baja Edad Media y como se administraba el patrimonio real. Es
interesante el apartado dedicado a la situación lingüística en Aragón en el
siglo XV, donde ya imperaba el multilingüismo.
A continuación, con los criterios previamente expuestos, se
transcribe los sucesivos libros de cuentas. El del baile Pedro Yustas
(1336-1337) ha sido realizado por Mario Lafuente; el de Ferrer de Lanuza (1343)
por Carlos Laliena; el de Pedro Yustas (1343-1345) por Vicent Royo; el del
gobernados Jordán Pérez de Urriés (1357-1371) por Mario Lafuente y Sofía Paola
Remón; y el del baile Blasco Aznárez de Borau (1364-1367) por Elena Albesa, S.
Aliaga, Mario Lafuente e I. Melón.
En las cerca de 600 páginas del volumen, pueden encontrarse
informaciones interesantes sobre nuestra zona. Entre ellas vamos a destacar
algunos ejemplos.
El peaje de Borja era arrendado por 500 sólidos jaqueses al
año, mientras que el de Gallur, lo era por 60.
Por los oficios de alfaquí y escribano de los moros de Borja
se percibían 300 sólidos jaqueses y la aljama judía pagaba 365 sólidos, en dos
plazos. El primero en el mes de enero y el segundo el día de San Juan.
Los moros de Magallón abonaban 200 sólidos jaqueses y hay
anotado un curioso pago por la utilización en el monte llamado de “Las Loretas”
de un manantial de agua que era utilizado para una “salinas de compas”; compas
era la denominación de la sal gema. Pertenecía a Magallón y Gallur y, en este
último caso, hemos visto el pago de dos capones, a cargo de la cofradía de
Santa María de Gallur, por esas salinas.
Hay informaciones referidas las sanciones derivadas de
acusaciones formuladas contra varias moras, por adulterio. Fueron detenidas en
Magallón y Maleján, pero en el caso de Borja se afirma que fue apresada y
vendida una mora que “tenía el hospital de los moros”, por quedar embarazada
sin que se conociera al padre.
En una ocasión, los peajeros de Borja prendieron a unos
castellanos que habían entrado en el reino con unas cargas de “trapos”, los
cuales fueron subastados, quedando constancia de la procedencia de esos
tejidos, varios de ellos franceses.
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