Este año se cumplía el décimo aniversario de la creación de la Asociación para la defensa de los bienes culturales de Agón y Gañarul y, por expresa invitación de sus responsables, quisimos acompañarles a la romería que organizan a la ermita de Gañarul, en cuya salvación tan decisivo papel desempeñaron.
Poco después de las diez, partieron de
la plaza de España un nutrido grupo de personas que se desplazaron a pie hasta
la ermita, distante algo más de dos kilómetros. Lo fotografiamos al pie del histórico
olivo que preside la plaza y pudimos saludar a su Alcalde D. Francisco Giménez
Lahuerta.
Antes de que llegara el grueso de la
expedición, pudimos visitar lo que queda de aquel conjunto de casas que
constituían el antiguo núcleo urbano de Gañarul, del que la ermita era su
parroquia. Todo va desapareciendo, como podrán comprobar en las imágenes que
otro día publicaremos.
Por eso, es un auténtico milagro que el
Gobierno de Aragón asumiera “in extremis” la rehabilitación de la ermita, un
interesante monumento mudéjar que estaba prácticamente arruinado.
Fue en su interior donde, en esta ocasión,
pudo celebrarse el acto central de la romería, con asistencia de un mayor
número de personas que en años anteriores, según comentaron los organizadores.
Allí se encontraban el Párroco de Agón
D. Javier Ángel Silván, la Presidenta de la Asociación Dª. Pilar Ruiz Marcellán
y su hermana la Dra. Dª. Carmen Ruiz Marcellán, que destacó la importancia del
acto, antes de ceder la palabra a nuestro Presidente.
En sus palabras, el Presidente del
Centro se congratuló por haber podido asistir a un acto que, en su opinión, constituía
la expresión de una dilatada tradición religiosa en honor a la Virgen María, en
su advocación de Gañarul, en un mes que está dedicado a ella. Pero, al mismo
tiempo, puso de manifiesto el tesón y el esfuerzo de la asociación para hacer
posible la salvación de la ermita, invitándoles a proseguir su labor hasta
lograr lo que aun queda pendiente: la restauración del interior.
El acto finalizó con la intervención
del Sr. Párroco quien, tras el rezo de una Ave María y el canto de una estrofa
de los Gozos a la Virgen de Gañarul, impartió su bendición.
Ya en el exterior, al son de los Gaiteros
de Albeta, con su Alcalde al frente, pudimos degustar el almuerzo que,
previamente, habían preparado: unos bocadillos de pan con tomate y jamón, junto
con refrescos y vino.
Teníamos que marchar a Pozuelo de
Aragón y los dejamos en plena fiesta, sin poder participar en el sorteo de un
excelente jamón que, posteriormente, nos enteramos que había correspondido al
grupo de Gaiteros. Los hay con suerte, pues nos comentaron que no era la
primera vez que se llevaban el jamón.
En resumen, una mañana entrañable que tuvo
su prolongación en las fiestas que el Ayuntamiento de Agón ha organizado en
honor a esta antiquísima imagen de la Virgen de Gañarul que ahora se venera en
la capilla que tiene dedicada en la iglesia parroquial.
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