La ermita de Santa Ana, Patrona de Pozuelo de Aragón, es uno de los templos medievales más interesantes de nuestra comarca, que ha pasado desapercibido a los investigadores por la reforma a la que fue sometido su exterior, dándole el aspecto de una nave agrícola, acentuado por los detonantes colores con los que había sido pintado.
Hemos vuelto a ese lugar para conocer
el resultado de la restauración de sus exteriores, llevada a cabo
recientemente. Lógicamente, la estructura del “continente” de la ermita no se
ha modificado, pero ha sido pintado, como muestran las imágenes, bajo dirección
técnica.
Esta es la fachada posterior y el cartel
situado junto a la puerta de acceso en el que se explica el proceso evolutivo
del templo, de origen gótico, ampliado en el XIX.
En torno a la ermita hay una serie de
pinos con mesa y fuente, siendo posible acceder en coche hasta allí. Lo que nos
llamó la atención es que hubiera restos de fuego (posiblemente para guisar)
junto al hastial del templo y muy cerca de los contenedores de plástico
colocados allí para recoger la basura.
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