El 16 de agosto de 1924 nació en Borja D. Carlos Sánchez del Río y Sierra. Era hijo del Prof. D. Carlos Sánchez del Río Peguero y de Dª Asunción Sierra. Cursó el Bachillerato en el colegio de Areneros de Madrid y, en 1946, obtuvo el grado de Licenciado en Ciencias, sección de Físicas, en la Universidad Central, donde se graduó como Doctor dos años después con una tesis sobre “Un nuevo método para la medida de las aberraciones”.
Dedicado desde la terminación de su
carrera a la investigación en torno a aspecto concretos de la Óptica, sus
primeras actividades se iniciaron como becario del Instituto de Óptica del CSIC
y en la propia facultad en la que, en 1947, obtuvo la plaza de Profesor Adjunto
de esa disciplina. En 1950 fue nombrado Catedrático de Óptica de la universidad
de La Laguna, pero, inmediatamente, su carrera profesional experimentó un
profundo cambio de orientación.
En 1948 se había creado un organismo
para el estudio de la energía nuclear al que, por las circunstancias políticas
de aquella época, se le dotó de cobertura bajo la forma de una sociedad
privada, denominada Estudios y Proyectos de Aleaciones Especiales (EPALE). A
través de ella y de la Junta de Energía Nuclear, creada en 1951, el Prof.
Sánchez del Río, completó su formación como físico nuclear en prestigiosos
centros, como la Universidad de Roma, el Centro Informazioni Studi ed
Esperienze de Milán, la Universidad de Ginebra, el Eidgenössiche Technische
Hochshule de Zürich y la Universidad de Chicago, donde entró en contacto con
los más destacados investigadores de ese momento y participó en importantes
proyectos, reuniendo la información necesaria para la puesta en marcha de las
primeras instalaciones españolas en la Ciudad Universitaria de Madrid.
Por otra parte, impulsó algunas
iniciativas pioneras, como el primer curso sobre Energía Nuclear que se
impartió en España y en el que explicó la teoría de reactores. Su vocación
docente no le abandonó a lo largo de toda su carrera profesional y buena prueba
de ello lo constituye el hecho de que, nada más regresar de Chicago, obtuvo la
primera cátedra de Física Atómica y Nuclear que se creó en España, en la
Universidad Complutense, a la que permaneció vinculado toda su vida, como
catedrático, Vice Decano y de Decano de la Facultad de Físicas y, más tarde,
como Vice-Rector. Es muy difícil comprender el desarrollo alcanzado por la
Física Nuclear en España sin valorar las aportaciones de quien, desde el primer
momento, se convirtió en uno de los pilares básicos, a través del diseño y
construcción de los primeros reactores experimentales que hubo en nuestro país,
contribuyendo a la formación de la mayor parte de los investigadores en este
campo, de manera directa o a través de su escuela, de la que procedían muchos
de los catedráticos de Física Teórica y de Física Atómica y Nuclear.
Su actividad
internacional fue, asimismo, muy relevante, participando en numerosos congresos
y representando a España en diversas conferencias internacionales. Fue Director
de la División de Reactores del Organismo Internacional de Energía Atómica de
Viena director de división del Organismo Internacional de Energía Atómica
(Viena), Presidente del Centro de Compilación de Datos Nucleares de París y
representante de España en la Sociedad Europea de Energía Atómica y en el
Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN) de Ginebra.
También desempeñó la Dirección
General de Política Científica del Ministerio de Educación y Ciencia y fue
Presidente de la Comisión Asesora de Investigación Científica y Técnica. Tras
su jubilación fue nombrado Profesor emérito de la Universidad Complutenses y,
como miembro del Colegio Libre de Eméritos, continuó desempeñando su
magisterio, dirigiendo tesis doctorales e impartiendo conferencias en los más
prestigiosos foros científicos.
En 1974, fue elegido Académico
Numerario de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, tomando
posesión el 26 de febrero de 1975 con un discurso sobre "La crisis
energética y la respuesta nuclear". Tras desempeñar la Vice-Presidencia
durante varios años, el 18 de diciembre 2002 fue elegido Presidente de la
misma, cargo al que renunció el 25 de mayo de 2005, siendo nombrado entonces
Presidente de Honor de esa corporación.
A lo largo de su vida, fueron
numerosos los reconocimientos recibidos en los más diversos ámbitos, aunque
resulta llamativo el que, entre esa larga relación, no figure ninguno de su
ciudad natal.
Elegido Consejero del Centro de
Estudios Borjanos, participó activamente en sus actividades y, al final de su
vida, decidió donar todo el archivo familiar, con importante documentación,
entre la que destacan los trabajos de su padre. Donó, asimismo, una extraordinaria
colección de obras de Derecho Aragonés y diversas publicaciones, así como el
retrato que le hizo el pintor borjano Jacinto del Caso. Este legado ha sido
completado con la adquisición de la mayor parte de su producción bibliográfica
que actualmente se conserva en nuestra biblioteca y con las obras de Arte que
su hija Dª. Cristina Sánchez del Río Skorel, quiso depositar en la Casa de
Aguilar. Falleció en Madrid el 13 de mayo de 2012.
Estuvo casado
con Dª. Liliana Skorel, cuyo retrato, realizado también por Jacinto del Caso,
se conserva en la Casa de Aguilar y ante el que, cada año, las autoridades
polacas realizan una ofrenda floral, recordando su participación como
combatiente en el alzamiento de Polonia de 1944.
Los restos de
ambos y de otros miembros de la familia, reposan en el panteón del cementerio
de Borja, donde cada primero de agosto y de noviembre también se efectúan
ofrendas florales.
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