Salíamos el otro día de comer en el Restaurante Gabas cuando nos encontramos con un grupo de personas con el aspecto e indumentaria propios de los peregrinos a Compostela.
Tenían
habitación en el Hostal y, sorprendidos por su presencia y por la bandera
canadiense que lucían sobre sus trajes, abordamos a dos de ellos. Resultó que
la señora hablaba perfectamente español y fue la que nos explicó que, efectivamente,
eran canadienses en ruta hacia Santiago.
Nuestro amigo el arquitecto Carlos Clemente se extrañó, pues ignoraba que el Camino de Santiago pasase por Borja, pero la simpática canadiense le informó de que estaban recorriendo el Camino Jacobeo del Ebro, que sí atraviesa nuestra zona.
La verdad es
que fue un encuentro muy agradable, que nos hizo la potencialidad turística de
esa ruta a la que no solemos conceder demasiada importancia, pero que, sin
embargo, la conocen hasta en Canadá.
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