Con muy buen tiempo que favoreció la asistencia de muchas personas, se celebró ayer en Añón de Moncayo la XIX Feria del Comendador, cuyos actos principales dieron comienzo a las once de la mañana, con la recreación de la llegada del primer comendador de la Orden de San Juan, al son de la música de Alam Folk.
Tras la
recepción a los caballeros, por parte de las autoridades locales, hubo una exhibición
de combates, en los que los intervinientes pusieron a prueba el dominio de las
armas.
La bienvenida se
completó con la actuación de un grupo de danzas medievales de Añón que actuaron
antes de que se procediera a la toma de posesión del castillo y de la iglesia
parroquial, por parte de la Orden.
Con vítores a
Añón y a la Orden concluyeron estos actos que constituían la recreación
propiamente dicha, pero la fiesta continuó con las numerosas actividades
programadas.
Entre ellas
destacó la exhibición de cetrería y, también, los paseos a caballo para los más
pequeños, para los que había diversas actividades.
Como talleres de dibujo, caligrafía o cantería. En el patio del castillo había sido programada una muestra de armas, cuya función era explicada a los presentes.
A la una de la
tarde, el Presidente del Centro de Estudios Borjanos dirigió una visita a ese
preciosos monumento que es la iglesia parroquial, de la que destacó sus
diferentes obras de Arte, pero sobre todo el significado religioso de la misma,
como eje vertebrador de la comunidad cristiana de Añón, a lo largo de los
siglos.
Después de
recorrer los puestos instalados en las calles, nos dirigimos al antiguo
frontón, donde había sido instalada una gran carpa para una comida popular
compuesta por un plato de paella y otro de chorizo y panceta con abundantes
patatas.
Pusimos fin allí,
aunque la fiesta continuó por la tarde, a una agradable mañana compartida con
muchas personas conocidas que fuimos encontrando en nuestro recorrido por las
calles de esa localidad, que sigue siendo una de las más bonitas de la zona.
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