domingo, 17 de noviembre de 2024

Recordando a un Maestro de Capilla de Borja

 

El 17 de noviembre de 1800 fue bautizado en la parroquia de San Miguel D. Gregorio Ladrón de Guevara Fuentes. Era hijo de D. Bernardino Ladrón de Guevara y de Dª. María Manuela Fuentes. Pertenecía a una dinastía de músicos borjanos y el padre ocupaba el puesto de contralto en la colegiata de Santa María. Inició su formación como infante de la capilla de música en 1806 y al año siguiente su padre cayó enfermo, quedando la familia en una apurada situación económica, por lo que su hermano Claudio tuvo que colocarse también en la colegiata para manejar las manchas del órgano.

En 1816 cuando Gregorio inició el cambio de voz solicito un aumento de sueldo, alegando sus diez años de servicio y la insuficiencia de los ocho escudos que percibía para hacer frente a las necesidades de su casa.

Ocupaba entonces el puesto de “rapiano”, ayudante del Maestro de Capilla D. Nicolás Ledesma que tenía la obligación de formarle musicalmente, pero Gregorio se quejó de que no le enseñaba composición, lo que justificó el maestro aduciendo que era un muchacho muy travieso que le desobedecía en todo lo que le mandaba y “lejos de ser útil, divierte a los infantillos y no los deja cumplir con su obligación”.

Que las razones del maestro no eran infundadas lo demuestra el incidente que protagonizó Gregorio en 1820 cuando agredió a un monaguillo por creerse insultado, lo que provocó su expulsión, por considerar que ya tenía edad suficiente para controlar su comportamiento. Fue readmitido pero poco después marchó a Zaragoza donde completó su formación.

Al quedar vacante la plaza de Maestro de Capilla en 1838, optó a ella en competencia con otros dos aspirantes borjanos. Debía gozar ya de gran prestigio pues le fue adjudicada. La decisión fue muy acertada, ya que la influencia del maestro Ladrón de Guevara en nuestra ciudad fue enorme y muchos de los músicos posteriores se formaron bajo su tutela.

Cuando por una orden de 14 de octubre de 1842 fueron suprimidas todas las Capillas de Música de las colegiatas españolas, continuó desempeñando su cometido hasta 1866. Falleció en 1867, siendo sustituido por D. Manuel Pereda.

Compuso varias obras entre ellas tres motetes para el Entierro de Cristo, tras la recuperación de esta ceremonia después de la Guerra de la Independencia. Sus composiciones se siguen interpretando, como lo demuestra en que en el XXVIII Festival Internacional de Órgano “Catedral de León”, en el concierto celebrado en la iglesia parroquial de Santa Marina del Rey, se pudo escuchar el Villancico para la Kalenda de la colegiata de Borja, interpretado por el Cabanilles Trío: Miguel Cerezo y Raúl Junquera (trompetas) y Vicente Ros (órgano), al que el melómano Pablo Álvarez Fernández, de cuyo blog tomamos la noticia, calificaba de operístico por lo "cantabile", con unos dúos de trompeta de sabor italianizante y ambiente festivo como todo canto villanesco.

 

Pero, anteriormente, también había sido interpretado en la iglesia del Carmen de Beja (Portugal), con ocasión del concierto de Reyes que tuvo lugar el 9 de enero  de 2009, a cargo del Coro del Carmen, dirigido por el P. António Cartageno, acompañado al órgano por João Cavaco, al violín por Gonçalo Oliveira y a la flauta por Ana Fadista, teniendo, como solista, a la soprano Margarida Espírito Santo. En la reseña del concierto se destacó que era la primera vez que se interpretaba en Portugal la pieza polifónica aragonesa Villancico para la Kalenda, de Gregorio Ladrón de Guevara (1838-1866), para 5 voces, violín y órgano, constituyendo por su belleza el momento culminante del concierto. El P. Cartageno había estado en Borja durante la inauguración de la exposición de Arte Sacro que, en 2008, se organizó en tres espacios de nuestra ciudad y aquí tuvo la oportunidad de conocer los volúmenes que sobre Polifonía Aragonesa ha editado la Institución “Fernando el Católico” y en concreto el preparado por D. Emilio Jiménez Aznar, incorporando algunas de esas obras a su repertorio.


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