Bonito díptico de un baile de máscaras en 1890

 

         En ese inagotable fondo que constituye el archivo de la familia Ojeda, hemos encontrado este bonito “billete de señora”, para asistir al Baile de Máscaras, organizado por el Club de Velocipedistas de Zaragoza, en el Teatro Circo, el 1 de febrero de 1890.

 

         El impreso incluía el programa de las obras a interpretar en el baile, para el que era indispensable llevar máscara, tanto a la entrada como durante la permanencia en “los salones del Circo”.

         Fue a finales del siglo XIX cuando comenzó a popularizarse el deporte de la bicicleta, con la utilización de lo que, por entonces, se llamaban velocípedos. En muchas ciudades se organizaban carreras y fueron surgiendo clubes velocipedistas. En Aragón, el deporte arrancó con fuerza en la provincia de Huesca.

         En Zaragoza, fue fundada la Sociedad de Velocipedistas en 1882, aunque otras fuentes la retrotraen a 1886. Esta imagen es considerada la más antigua de España y fue tomada frente a la sede de la sociedad, sita en la calle de la Lealtad (ahora paseo Pamplona). Es de señalar que, entre los ciclistas, aparece una dama vestida con falda larga, como era lógico, lo que viene a demostrar que este deporte contó, desde sus inicios, con practicantes femeninas.

         Lo que no hemos podido conocer es el momento en el que aparece el “Club de Velocipedistas”, convocante del baile. Pudo ser fruto de la fusión de la citada sociedad con otras de la capital aragonesa, pero en 1890 se anunciaba con ese nuevo nombre, como demuestra el impreso.

 

         Respecto al lugar de celebración del baile, fue el Teatro Circo, del que tenemos esta imagen, con la firma de Juan Mora Insa. Estaba situado en la confluencia de la calle de San Miguel con la de Isaac Peral.

         Había sido diseñado por el arquitecto D. Ricardo Magdalena, oriundo de nuestra ciudad y autor de numerosas obras en la capital aragonesa. Fue inaugurado el 1 de octubre de 1887, por lo que, en el momento del baile estaría de moda, sin duda.

 

         Cinco años después el teatro se incendió, quedando en el lamentable estado que muestra la foto, aunque su propietario, D. Manuel Marraco Rocatallada, pudo reconstruirlo inmediatamente con el importe del seguro. Fue derribado el 30 de junio de 1961.

         En otro artículo haremos referencia al primer velódromo que existió en Zaragoza, el de los Campos Elíseos.