lunes, 21 de abril de 2025

Descendimiento y Entierro de Cristo en Ambel

 

         Carlos Urzainqui, un hombre especialmente amante de las tradiciones de nuestra zona, estuvo el Viernes Santo en Ambel, para presenciar el Descendimiento y posterior Entierro de Cristo que allí tiene lugar. Nos ha mandado unas fotografías, acompañadas del comentario que incluimos.

 

El Descendimiento se celebra en la ermita del Rosario, parroquia sustitutoria hasta que finalicen las obras de restauración del templo parroquial. La imagen articulada del Cristo que, hace pocos años, fue encargada para este fin, ya que con anterioridad se utilizaba la de la capilla de los Monserrat, es descendida con la ayuda de los Santos Varones José de Nicodemo y José de Arimatea. Se daba la circunstancia de que uno de ellos, D. Luis Floren, cumplía 50 años ayudando a descender al Cristo (según nos comenta Carlos Urzainqui) y quiso celebrarlo contando con su nieta como auxiliar en las tareas.

 



         El acto tuvo lugar, en presencia de la guardia de alabarderos, dirigido por el párroco D. Francisco Sánchez que, al final, recitó el precioso soneto a Cristo Crucificado:

“No me mueve mi Dios para quererte/El cielo que me tienes prometido/ni me mueve el Infierno tan temido/para dejar por eso de ofenderte./ Tú me mueves, Señor. Muéveme el verte/clavado en una cruz y escarnecido,/ muéveme el ver tu cuerpo tan herido,/ muévenme tus afrentas, y tu muerte./ Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,/ que, aunque no hubiera Cielo, yo te amara,/ y, aunque no hubiera Infierno, te temiera./ No me tienes que dar porque te quiera,/ pues, aunque lo que espero no esperara,/ lo mismo que te quiero te quisiera.”

Una obra cumbre de la lírica espiritual, que ha sido atribuida a diversos autores, sin que pueda precisarse quien la escribió realmente, aunque recientemente, algún estudioso ha creído ver en ella la huella de Lope de Vega.

 


         Tras depositar el cuerpo yacente de Cristo en el arca, la procesión salió del templo, acompañada por las cornetas y tambores de la Cofradía de Ntra. Sra. de los Dolores y de Jesús camino del Calvario de Bulbuente, con sus vistosos hábitos.

 




Por delante de la procesión desfilaron los pasos que representan la Oración en el Huerto, la Flagelación, Jesús con la Cruz a cuestas y la Crucifixión. Corresponden a los Misterios Dolorosos del Santo Rosario (falta el de la Coronación de Espinas) que, en Borja, desfilan en la tarde del Jueves Santo.

 



         Tras el arca marchaba la Madre del Señor, la Virgen de los Dolores, acompañando a su Hijo muerto. Delante de ella, los Santos Varones con los ungüentos con los que ungirán el cadáver.

 


        A Carlos le impresionó el “chaval que con hábito negro iba haciendo sonar el tambor con los pasos acompasados y recordando viejos toques de oración al fondo, la corneta del grupo de Bulbuente sonaba rasgando la tarde con un sonido lejano y triste.

Al pasar la procesión por el Ayuntamiento, contrastaba el sonido de los pasos, con la alegre terraza y es que no deja de ser un signo de los tiempos o a lo mejor, siempre ha sido así”.




Al llegar a la plaza de San Miguel, la meteorología acompañó con un cielo rojizo y plomizo que comenzó a descargar la lluvia cuando el ángel y Longinos procedían a sellar el sepulcro.

Agradecemos a Carlos el envío de estas y otras fotos, así como la atención que viene dispensando a muchas de nuestras tradiciones. Esperamos verle en alguna ocasión próxima como la Ronda del Roscón, la fiesta de San Jorge o el Rosario de Cristal.


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