jueves, 17 de abril de 2025

Destino diferente para dos importantes sillas

 

         D. Javier Bona nos ha enviado esta imagen de la silla o sitial del Justicia de Tarazona, realizada en el siglo XVI, con el escudo de la ciudad tallado en el respaldo, la cual fue vendida en 1919 y subastada, dos años después, en Clarks Galleries de New York.


         Se da la circunstancia de que, hace ahora siete años, nos ocupamos de ese hermoso mueble, a de un artículo del Prof. D. Jesús Criado Mainar en la revista Turiaso. Aprovechamos la ocasión para destacar la importancia de sitial similar, conservado en la Casa Consistorial de Borja.

 


En 2012, el Dr. Aguilera Hernández localizó la capitulación para su realización de la misma. Fue el 26 de junio de 1613 cuando “micer Francisco Lajusticia y Marqués” que, en aquellos momentos, era Justicia de Borja encargó a Jerónimo Estaragán la fabricación de “tres sillas tribunales” cuyo diseño debía ajustarse al que él mismo le proporcionó. El precio estipulado fue de 700 sueldos jaqueses y fueron entregadas el 6 de mayo de 1614.


         Ello quiere decir que el aspecto original del mueble sería, en cierto modo, similar al existente en el Salón del Justicia de la Casa Consistorial de Huesca, cuya fotografía reproducimos, tomada de la página del propio Ayuntamiento. Lo que ha llegado hasta nosotros es, por lo tanto, uno de los tres sitiales, sin que podamos asegurar si era el central o alguno de los laterales. Hasta es probable que el central tuviera las armas de Borja, como en el caso del de Tarazona.

 

         Respecto a este último, el Dr. Criado recordaba que, en la subasta antes mencionada, fue adquirido por William Randolph Hearts, el célebre magnate que inspiró la película “Ciudadano Kane” de Orson Welles.

 



        Es posible que fuera a parar al castillo de San Simón, la fabulosa mansión que mandó construir en California, con piscinas interiores y exteriores, amplios jardines y hasta un zoológico. No la llegó a ver terminada y, tras su muerte, terminó en poder del Estado de California que lo gestiona en la actualidad.

 

         Los distintos espacios y edificios de los que se compone, el llamado castillo, están decorados por una ingente cantidad de piezas y obras de arte, procedentes de Europa, adquiridas compulsivamente por el empresario. Algunas no llegaron a ser desembaladas y terminaron dispersándose en otras colecciones. Pero muchas llegaron al castillo y es posible que, entre ellas, se encuentre la silla de Tarazona. Habrá que viajar a California para comprobarlo.


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