Numerosas personas acompañaron, en su recorrido por las calles de Borja, a la tradicional Ronda del Roscón que, como es habitual, se acercó hasta la sede de nuestro Centro en la Casa de Aguilar.
Desde el balcón
central del edificio, se lanzaron dos roscones, cometido del que se encargaron dos
jóvenes. Una de ellas era María Ángeles Martínez que vestía un elegante traje,
acorde con el día. La otra era Kika, una simpática búlgara que reside en
nuestra misma plaza, que había preparado el traje típico de su país, que no pudo
lucir, pues creyó que la ronda pasaría al día siguiente.
Ambas dieron
muestra de su habilidad para ensartar los roscones en la larga caña por la que deben
caer.
Una vez abajo son depositados en las cestas preparadas al efecto, de las que se hacen cargo los veteranos en estas lides, para distribuirlos entre los conventos y diversos centros.
Con la ronda llegaron los
profesores de la Escuela Municipal de Folclore Aragonés D. Ramón Artigas y Dª. Inmaculada
Bescós, al frente de sus alumnos que dieron buena muestra de lo mucho que han
aprendido.
Bailaron
admirablemente y cantaron en grupo con un entusiasmo digno de ser resaltado,
cosechando numerosos aplausos.










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