Una ceremonia que se consolida

 

         Una de las procesiones de la Semana Santa borjana que han experimentado un cambio muy positivo es la conocida como “Procesión de los Cristos”, en la tarde del Jueves Santo, con cinco pasos que representan los Misterios Dolorosos del Santo Rosario.

         De aquellas procesiones del pasado a las actuales, la mejoría ha sido muy notable, tanto por la nutrida representación de las distintas cofradías, como por el orden con el que se desarrolla y el silencio que la acompaña.

 

         La procesión efectúa paradas en los templos en los que se ha instalado el monumento, tras la celebración eucarística de la tarde. En estos momentos, los conventos de Santa Clara y la Concepción, así como en la colegiata de Santa María.

         Antaño hubo siete, pero, tras las reformas litúrgicas que siguieron al llamado Concilio Vaticano, dejaron de instalarse monumentos en aquellos templos en los que no se celebraban la Misa vespertina del Jueves Santo. Uno de los afectados fue la antigua parroquia de San Bartolomé, por lo que la procesión dejó de ser parada estacional para la procesión.

         Pero, los antiguos parroquianos y de los miembros de la cofradía de San Bartolomé quisieron que, aunque no entrara en el templo, se detuviera ante él y, desde hace algunos años, la esperan con sus velas encendidas un buen número de personas.

 

         Para evitar que el viento apagara las velas, este año la cofradía ha facilitado unas con iluminación led y su logotipo. A la puerta del templo, se dispone la bandera de la cofradía y la antigua cruz parroquial, cubierta con un paño negro, como era costumbre antes.

 

         Cuando llega el paso de la Crucifixión, la procesión se detiene mientras es llevado a la puerta del templo, acompañado por una nutrida representación de las diferentes cofradías. Allí el párroco D. José María Sánchez Becerril, que presidía la procesión, pronunció una monición, seguida de una oración antes de proseguir la marcha.

 

         Aunque lleva realizándose desde hace ya varios años, hay personas que no conocen el desarrollo de este bonito y emotivo acto que tiene lugar en la plaza de San Bartolomé, fruto del cariño y el entusiasmo que derrochan los cofrades que lo tienen por titular y que, al término del mismo, nos anunciaron nuevas e interesantes mejoras para el próximo año.