Pedro Dominguez Barrios nos ha enviado información e imágenes de la marcha que quince miembros del grupo “Senderistas de la Huecha” realizaron el pasado viernes día 13 de junio.
Partiendo de
Magallón marcharon hasta Zaragoza, un recorrido con un total de 64 kilómetros y
193 metros de desnivel, una de las más largas se su programa anual.
Partieron a las siete de la tarde del viernes, una vez que cesó la fuerte lluvia con granizo que estaba cayendo, para llegar a Zaragoza a las once y media de la mañana del sábado 14.
El recorrido
discurrió por la antigua calzada romana, en dirección a la ermita de San
Sebastián de la Loteta, para, una vez alcanzado el cabezo Lamberca, girar a la
derecha hacia Caña las peñas, y poder visitar el tamariz de la Barrita.
Seguidamente,
continuaron hacia la antigua ermita de la Fuempudia, donde cenaron y pudieron
disfrutar de un espectacular atardecer.
Ya anochecido, continuaron por el
término municipal de Pedrola, atravesando los parques eólicos Molinos del Ebro
hasta cruzar la carretera CV-620, y continuar por extensos campos cerealistas
hasta llegar a Pleitas, donde fue tomada esta foto.
A las dos de la madrugada llegaron a
Bárboles, donde les esperaban sus compañeros Yolanda y José Luis, que nos
ofrecieron un picoteo para retomar fuerzas y un café que reanimó a algunos.
Tras el merecido descanso, dejaron el vergel que alimenta el río Jalón en esa zona, para volver al camino de secano, hasta las proximidades de Pinseque, y pasando al lado de la fábrica Pirotecnia Zaragozana, alcanzaron el Canal Imperial de Aragón en el puente de Clavería.
A partir de aquí, el camino no
tenía pérdida posible, pues consistió en seguir el canal alternando sus caminos
de sirga en cada puente, contemplando en el cauce el bello espectáculo que
producía la sombra arrojada de los árboles por la luna.
Ya avanzado el amanecer, su
compañero Julio les esperaba a pie de ruta, cerca de Garrapinillos, con un
reconfortante desayuno.
Y, dejando
atrás el aeropuerto, continuaron por el Canal hasta entrar en Zaragoza y llegar
hasta las esclusas de Casablanca y la Fuente de los Incrédulos, al pie de la
cual posaron, como muestra la imagen.
Desde allí, el
tramo del itinerario fue ya plenamente urbano: Vía Ibérica, Paseo Isabel la Católica,
Fernando el Católico, Gran Vía de Ramón y Cajal, Paseo de la Independencia y
Calle Alfonso I, hasta llegar a la Plaza del Pilar e inmortalizar su esfuerzo a
los pies de la Virgen.
Tras la
necesaria ducha, hubo vermú y una comida de hermandad, antes de regresar a
Magallón en autobús, dado fin a una jornada sumamente agradable que discurrió,
en buena parte del recorrido, a la luz de la luna, y en la que, como de
costumbre, no faltaron animadas conversaciones y canciones.


















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