El Prof. D. Agustín Escolano Benito nos donó la obra que, con Purificación Lahoz Abad, escribió sobre uno de los personajes más importantes, nacidos en Berlanga de Duero, con el título de Tomás de Berlanga. La aventura de una misión.
Acerca de vida de este ilustre dominico, tuvimos conocimiento durante nuestra visita a su localidad natal y, a raíz de ella, publicamos el artículo que ahora reproducimos.
Fray Tomás
llegó a ser obispo de Panamá y fue encargado por el emperador Carlos V de
mediar en las disputas entre Francisco de Pizarro y Diego de Almagro, tras la
conquista del Perú.
Viajando hacia
el Perú, los vientos llevaron a su nave hacia unas islas desconocidas a las
que, poco después, se dio el nombre de Galápagos por los numerosos ejemplares
de los mismos que había en ellas y que, mucho más tarde, causaron impresión en
Darwin cuando llegó hasta allí a bordo del Beagle. Pero, con
anterioridad, ya había sido objeto de atención para la expedición Malaspina y,
en 1831, José de Villamil envió una comisión exploradora al archipiélago.
En el lateral
del monumento hay incrustadas unas rocas de las islas que, en la actualidad,
pertenecen a la República de El Ecuador, de la que distan cerca de 1.000
kilómetros mar adentro. Forman un conglomerado de trece islas grandes, nueve
medianas y más de 100 islotes, siendo la segunda reserva marina más grande del
mundo.
Fray Tomás fue
un gran defensor de los indígenas y el primero en plantear la posibilidad de
construir un canal cruzando el istmo de Panamá. Tras renunciar a su obispado a
los cincuenta años, regresó a su localidad natal donde falleció.
Está enterrado
en el suelo de la llamada “capilla de los Cristos” de la colegiata de Santa
María del Mercado de Berlanga de Duero.
Sobre un muro,
a la entrada de dicha colegiata cuelga un ejemplar disecado de caimán negro que
fray Tomás trajo de tierras americanas. Recientemente restaurado, es conocido
con el nombre popular de “el lagarto”, habiéndose convertido en uno de los
símbolos de la localidad.
En torno al
caimán han surgido diversas leyendas e, incluso, su origen es objeto de
controversia. Hay quien afirma que procede de las Galápagos, lo que es imposible.
Es centroamericano, en concreto del Darién y, al parecer, lo trajo vivo hasta
Berlanga el ilustre prelado, siendo disecado tras su muerte. No es el único que
puede verse en templos españoles, ya que era costumbre mostrarlos en ellas como
una atracción turística más.
La confitería
El Torero ha creado unas pastas de té que llevan el nombre de “El lagarto de
fray Tomás” que tuvimos la oportunidad de probar.
Pero, la
publicación que estamos comentando nos servido para conocer que el monumento
dedicado a fray Tomás, al que antes hemos hecho referencia, fue erigido en
1999, con ocasión del paso por Berlanga de Duero de la Ruta Quetzal, que volvió
a la ciudad en 2008. Y fue el recordado Miguel de la Cuadra Salcedo quien llevó
un busto del dominico, réplica del original, hasta la ciudad de Panamá, donde
se exhibe junto al antiguo convento dominico. Algo similar quiso hacer en Borja
con el capitán Francisco de Ayerbe, pero mientras su busto fue instalado en la
ciudad de Barichara (Colombia), que había fundado, en Borja aún permanece
esperando el pedestal que se preparó para recibirlo. Es posible que pueda ser
colocado dentro de pocos años…



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