Sobre un coro olvidado de Borja

         El Dr. D. Isidro Aguilera Aragón nos ha traído imágenes e información acerca de un coro borjano, cuya existencia desconocíamos. Se trata del llamado Coro Mixto de la Sección Femenina de Borja, que dirigió D. Ramón Borobia Paños, que aparece sentado en el centro de esta fotografía en la que aparece rodeado por todos sus integrantes. 

 

         El coro tuvo una brillante actuación en el Casino Mercantil de Zaragoza, con ocasión del Concurso Provincial de Coros y Danzas y, a través de la crónica que apareció en el diario Amanecer, firmada por D. Plácido Galán, hemos podido saber los nombres de todos sus integrantes.

         Por la Sección Femenina de Borja formaban parte Pilarín Domingo, que actuó como solista; Teresa Aragón; Teresa Bernal; Justa Ibáñez; Pili Chueca; María Antonia Molina; Angelines Gómez; Angelines Casas; Nieves Galindo; Teresa Bona; Elena Lomas; María Teresa Borobia; Pili Villa; Mary Carmen Urzay; Pilarín Alaiza; Asunción Andía; y Dori Aznar.

         Completaban el coro los siguientes jóvenes del Frente de Juventudes: Paco Gómez; Ángel Arilla; Manolo Recio; Fernando Sánchez; Marcos Baya; Javier Alaiza; José Tejero; Antonio Irache; Juan José Madrid, José Jiménez; y José Irache.

         Todos ellos fueron acompañados a Zaragoza por la Delegada Local de la Sección Femenina María Asunción Alaiza que, en la primera foto, aparece tras D. Ramón Borobia, actuando como enlace María Asunción Laborda.

         En la crónica se señala que interpretaron dos obras de carácter obligatorio: la “Salve Gregoriana” y “Cuando la perdiz canta”, mientras que para la de tema libre eligieron “Los barreneros”, en adaptación del maestro Borobia.

 

         De aquella memorable actuación del coro en la capital aragonesa nos ha quedado otra crónica, firmada por D. José Cabezudo Astraín, que fue notario de Borja, en la que destacaba ese canción de “Los barreneros” que, según el cronista tenía su origen en Navarra, con el título de “Ribera”, conservada en nuestra ciudad con esta versión del maestro Borobia, al que calificaba de “compositor de fibra”, que le causó una gratísima impresión, sugiriendo que fuera recogida por la Agrupación de Cámara de Pamplona, dado que, en su opinión, era un auténtico “regalo para el oído”.