En la Casa Consistorial existió siempre un pequeño campanil con la campana que se utilizaba para convocar al consejo y al concejo. También se hacía sonar cuando el ayuntamiento salía en corporación y era la que iniciaba los bandeos generales con ocasión de determinados acontecimientos cívicos, pues en caso de celebraciones religiosas lo comenzaban las campanas de la colegial.
Cuando se instaló el reloj, el antiguo
campanil que era de bella factura y proporcionado a las características
arquitectónicas del edificio, fue sustituido por otro que siguió albergando a
la campana tradicional, aunque sobre el mismo se situó la del reloj.
Se trataba de un conjunto menos airoso
al que, sin embargo, nos habíamos acostumbrado pues se mantuvo hasta nuestros
días.
Sin embargo, tras la rehabilitación del
edificio, durante uno de los mandatos de Luis María Garriga se construyó una
extraña espadaña de dimensiones mucho mayores de las que parecían razonables en
la que se situó la campana del reloj y, sobre ella, la campana tradicional,
aunque sin yugo y suspendida de una argolla.
Esta decisión absolutamente inadecuada carecía de justificación, pues la campana del reloj estaba ya inservible y las campanadas que escuchamos cada día se reproducen a través de unos altavoces.
Esta campana es completamente
irrecuperable ya que, como puede apreciarse, presenta una gran soldadura y,
además, fue reforzada mediante unos zunchos de hierro.
Lo
curioso del caso es que quedó testimonio de la “reparación” a través de una
inscripción realizada con puntos de soldadura en la que puede leerse: “ARREGLO
LERIN. ALCALDE LUIS MARIA GARRIGA. 1981”.
También se aprecia el nombre del
constructor META FONT que, quizás, fuera el responsable de la instalación del
reloj.
Mientras tanto, la antigua campana
pende ignominiosamente del gancho de la que fue colgada, sin tomar en
consideración que merece un destino más noble que le permita seguir sonando.
En ella, bajo la cruz, aparece el año
de su construcción: 1728, por lo que tiene un indudable interés.
En la parte superior tiene grabado el
nombre “SANTA BÁRBARA” y la inscripción “ORA PRO NOBIS”.
Cuando Enrique Lacleta realizó este
reportaje, advirtió en la espadaña unas grietas que parecían afectar a su
estructura. No sabemos si fueron reparadas, pero queda pendiente la necesaria
remodelación del, eliminando la campana del reloj y adecuando la espadaña a la
campana histórica, dotándole del yugo necesario para que pueda volver a sonar.












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